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volandovengo

Misa flamenca

Misa flamenca

Hoy viernes, 20 de octubre, se oficia una misa flamenca, a las ocho de la tarde, en la iglesia del convento de los Agustinos en el pueblo de Monachil en honor de Pepe Agudo (recreado como cantaor en la ilustración de David Zaafra), presidente hasta su reciente muerte de la Peña Flamenca La Parra de Huétor Vega. Es el mejor homenaje que se le puede brindar a un hombre que vivía por y para el flamenco (no sé si era muy creyente, pero una despedida flamenca en la glesia es lo que hubiera elegido si hubiera tenido la oportunidad).

¿Por qué no se le rinde este sentido adiós en su pueblo donde ha realizado su labor como maestro de escuela y presidente de la Peña? (Buena pregunta) Respuesta: porque el señor cura, párroco de la iglesia de Huétor, se ha negado en rotundo. ¿Cómo se va a llenar un templo consagrado de música, sino pagana, de gente dudosa? ¿Cómo vaa consentir la Curia Eclesiástica, a la que afirma haber consultado, una feria como la que le proponen? ¿Cómo para la sagrada comunión se va a imponer el rasgueo ímpio de una guitarra y una voz que se desgañita sin entenderse siquiera? Si al menos fuera un órgano o el Orfeón Donostierra. Pero flamenco... ¡Venga hombre! ¿Dónde quieren llegar?

Los amigos de la Peña se quejan del desconocimiento tan supino que tiene cierta Iglesia del flamenco, su cultura, su fe y sus buenas intenciones. Yo me pregunto por qué en Monachil sí y en Huétor no, que distan sólo a un puñado de kilómetros, por qué, siendo los flamencos religiosos al límite, se les veta de esa manera sus manifestaciones, por qué vienen realizándose misas flamencas desde hace casi un siglo y ahora hay "razones poderosísimas" para no hacerla.

Que alguien me lo explique.

8 comentarios

Nacho Ortiz -

Vale, hombre.

volandovengo -

Como dices, no vamos a entrar en discusiones bizantinas, atento Nacho. Ya sabemos cuáles son tus debilidades. Tu primera duda ofende. En segundo lugar, estamos de acuerdo y las primeras intenciones son las de vivir en comunidad y comprender, no sólo los sacramentos, sino el último adiós a un amigo querido. En tercer lugar, no creo que una misa entre dentro del folclore, ya sea flamenca, iluistrada por un coro o cantada en latín, como ahora se plantea el Vaticano.
Creo, por otra parte, que podemos dejar de arrojarnos palabras. Como ninguno va a dar su brazo a torcer (y este artículo pasado no creo que lo vuelva a leer nadie), sugiero que dejemos el tema y, si quieres seguir mi blog y comentarme algo, serás bienvenido, si no pienso que podíamos ocupar nuestro tiempo en otras cosas.

Nacho Ortiz -

No sé si será interesante enzarzarnos en una polémica sin fin; ya quedaron claras las dos posturas. No obstante, 1- dudo que la mayoría de los asistentes sean cristianos más allá del registro parroquial o de sus íntimas convicciones. 2- para enriquecer la liturgia, primero hay que comprenderla, y celebrarla habitualmente en comunidad. 3- no entiendo por qué me supone una falta de sensibilidad al usar el término folclore que define la Real Academia como "Conjunto de creencias, costumbres, artesanías, etc., tradicionales de un pueblo.". En todo caso pido disculpas por lo de "teatro", pero con frecuencia no se busca en la iglesia más que un marco bonito donde interpretar nuestras escenificaciones culturales o sociales que, en el fondo, son ajenas a una auténtica vivencia cristiana.

volandovengo -

Estimado Nacho, con todos mis respetos, una misa flamenca, principalmente es una misa y después flamenca. Quienes se ofrecen para ilustrar la ceremónia y la mayoría de los asistentes son cristianos confesos y habituados a esta variedad que sólo pretende enriquecer la liturgia acercándola a un colectivo particular. Es más, quien cantaba en dicha comunión es el señor Alfredo Arrebola que, además de flamencólogo y cantaor, es licenciado en teología y acompañante habitual de sacerdotes, no sólo en misa, sino en bastantes episodios de su vida. Tildar dicho evbento de "folclore" o "teatro" no es solo una falta de sensibilidad y un desconocimiento pleno de lo que esconde dicha intención, sino que entierra aún más a una Iglesia carca y apoltronada en cuadrículas decimonónicas.

Nacho Ortiz -

Qué facil criticamos a los curas cuando no comparten nuestras ideas. Por supuesto que se puede hacer un homenaje flamenco pero, ¿por qué en la iglesia? En la iglesia nos reunimos en comunidad a celebrar y expresar nuestra fe, por lo tanto una misa flamenca tendría sentido si la celebra una comunidad flamenca habituada a reunirse para expresar su fe. ¿Es éste el caso? A veces, para variar, nos encontramos con curas coherentes que no se avienen a oficiar folklores y teatros para grupos que piensan que la iglesia está para atender sus caprichos esporádicos.

volandovengo -

David, sí que ha sido casualidad, premonición involuntaria, providencial.
No pude ir a la misa. Estaba en Almería.
Lauzier, el plan del clero siempre ha sido el mismo. Sólo cambia el color del cristal con que te miran.

lauzier -

los curas están en un plan que no veas, no son los de antes.

David Zaafra -

“Nunca he cantao flamenco p´a nadie…!”.
Me decía Pepe Agudo cuando posaba algo nervioso en mi estudio, y entonaba aquella Petenera maldita.
¿Casualidad?, ¿sorpresa?, que sé yo…Hoy vuelvo a encontrar esa Petenera, en tu blog y junto a nuestro amigo Pepe.
Hasta siempre!.
David Zaafra