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volandovengo

La carrera

La carrera

Carrera, carrera, sólo tengo una. Mejor dicho, una y media, pero la segunda no la terminé, y de la otra no ejerzo. Es decir, es como si no tuviera ninguna.

La verdadera carrera, sin embargo, es la que me pegué el otro día detrás del autobús, que lo perdí por tres segundos, creo. Si lo llego a saber, no corro y lo pierdo por tres minutos que, para el caso, es igual, pero sin resuello.

En mi carrera pisé algunos charcos, se me saltaron algunas lágrimas, el corazón se me aceleró como nunca y empezó a dolerme el costado. Aunque en realidad lo que me dolía era el alma, en caso de que existiera y sobre todo en caso de que no se me hubiera saltado por la boca en mi reciente mi esfuerzo.

En ese nuevo caso, de que mi alma me hubiera abandonado, me dolería el hueco del alma, si existiese, repito, que quizá no, pero doler duele. Es como las meigas en Galicia.

Conclusión: corrí como nunca y lo perdí como siempre.

6 comentarios

volandovengo -

Puede que hable un día de la libertad de expresión. En principio cada cual puede escribir lo que quiera, y más en un foro como estos. El post, el artículo, es el que da pie al comentario y no alrevés. Me parece que vetar a alguien es un poco inmoral, es romper las reglas. De todas formas la libertad de uno empieza donde acaba la del otro.
No te mezcles, Joven Llanos, con gentes de corta visión.

volandovengo -

Se ve que no soy al único que le pasa algo y mi cara, como la de Oscar, es lo peor. De todas formas, cuando yo veo un caso de esos, me entra un ataque de empatía y suelo lamentarlo por quien ha quedado en la calle y lanzo un improperio interno al conductor.
También he perdido algún vuelo, amigo Joven Llanos.
Yo también juré, como Lauzier, no correr más, pero cuando la hora se te ajusta como un guante de neopreno y sabes que hasta dentro de 20 - 30 minutos no tendrás otra oportunidad, te comes los principios.
Hay gente que como tú tiene problemas con los comentarios o de acceso en general. No sé a qué se debe. Es un fastidio, sobre todo para mí, pues muere una interactividad que me estimula.

lauzier -

a ver si ahora sí (me rechaza los comentarios en volando). Yo decidí, cuando todavía vivía en Granada, no volver a correr detrás de un autobús. Fue algo importante para mí, como una cuestión de fe o algo así. A partir de entonces recuerdo que viví más tranquilo y, claro, mejor.

joven llanos -

Por cierto perdone que te invada el espacio, pero estoy indignado y despues de seguir semanamente tus articulos considero que eres una persona inteligente y sin prejuicios castrantes. Me eliminan un comentario de un foro y muy respetuoso por poner la palabra "tetorras". ¿Que opinión te merece?.¿Vivimos en el siglo XXI o bailan cifras XIX?
Gracias y disculpa.

joven llanos -

Consuélese señor, es bastante peor perder el tren, o el avión, el bus vuelve antes que después y siempre con más seguridad que las oportunidades perdidas.

Óscar -

Lo peor no es perder el bus o el tren en el último segundo, lo peor es la cara de gilipollas que se te queda, la cual tienes que disimular de alguna manera para evitar un disfrute mayor de aquellos que sí lo han pillado.