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volandovengo

Habitas a la rondeña

Habitas a la rondeña

Corría el tórrido agosto del año 711 –mes en que, al menguar la luna, la población visigoda plantaba las habas en casi todo el solar de al Andalus- cuando el jefe bereber El Sebseki ocupó Izn-Rand Onda (Ronda), la ciudad del castillo, sin encontrar resistencia alguna, por lo que fue considerada plaza entregada y no fortaleza conquistada, eligiendo jefes y administradores entre sus mismos habitantes, los cuales sólo debían pagar el tributo llamado capitación, tanto en dinero como en especie. Las habas y las alcachofas, junto con las frutas, el aceite y los cereales, constituían la principal contribución de este impuesto. Las habitas tiernas, en cuestión, llegaron a considerarse las más sabrosas de las regiones ocupadas.

* TEXTO perteneciente a: "Anecdotario apócrifo de recetas andalusíes".

** Ronda antigua en la foto.

 

2 comentarios

volandovengo -

Razón tienes, amigo nOnO, las habas tienen que ser jóvenes y siempre acompañadas de algo que les sirva de contrapunto. El bacalao, como apuntas, o también el jamón o directamente la salaílla, tan humilde y tan granaína.

n0n0 -

tiernas y vivas a ser posible, es decir, sin pasar muchos minutos desde que colgaran de la mata. Y se a eso le añadimos unas tiras de bacalao en salazón, buen pan y aceite de oliva (al menos para mi) que se quite el caviar.
Se cuidaba bien ese jefe bereber.