Blogia
volandovengo

Derechos y deberes

Derechos y deberes

Cuando Hammurabi, en el siglo XVII a.C, enuncia la Ley del Talión, el conocido ojo por ojo y diente por diente, que ahora nos parece una barbaridad, sólo pretendía lograr una proporcionalidad que antes no la había.

Es decir, si yo te saco un ojo o mato a tu suegra (por ejemplo), tú no puedes despellejarme vivo y matar a todos mis descendientes. ¡Cuidado! Si te rompo un diente, según uno de los códigos legales más antiguos que se conocen, tú tendrás "derecho" a quebrarme igualmente uno de mis dientes, a ser posible el mismo.

El Talión, de esta manera, se convierte en una exquisitez histórica, en un gran paso para la justicia.

Las leyes, desde este primer despertar, fueron evolucionando y "civilizándose".

Ahora, es difícil que un código de un país civilizado, no tenga una compensación de las penas (Voltaire tiene unos textos memorables sobre el delito y la pena, que comenté tiempo ha en este mismo blog).

La mayoría de las Constituciones comienzan con una serie de derechos y deberes del ciudadano o de la sociedad, que no son más que normas de comportamiento para evitar "penas" mayores. Normas sociales que responden a la lógica.

Pero hay unas leyes no escritas, que caben en cualquier cabeza y responden a la educación.

Por mucho que viajemos más allá del bien y del mal, la conciencia, el deber, la libertad bien asumida, nos dicta lo que hay que hacer.

Me refiero es que la libertad de uno acaba donde empieza la libertad del otro y viceversa.

Es decir, si tienes derecho a sentarte en un asiento del autobús que ves vacío, porque has pagado tu billete y eres un usuario como otro cualquiera, también tienes el deber de cedérselo a ese viejo que entra con su bastón y evidente desequilibrio.

Y no te levantas. ¡Sinvergüenza!, que eres un sinvergüenza.

0 comentarios