Fugacidad

El poeta, preocupado por la fugacidad de su poesía, por el chispazo que se volatiza, por la genialidad que se limita a un momento, a la crueldad de varios segundos brillantes, concibió, camino del descanso, un eneasílabo que hacía alusión a esta desmemoria crónica.

Midiendo sus pasos en la acera llegó a recitar en voz alta: Tengo la memoria de un pez.

De regreso a su casa había olvidado el verso por completo.

6 comentarios

[volandovengo - 06 de septiembre de 2010 - 16:31]

Cernuda decía que sólo recordaba lo que había olvidado.

[Jesús Lens - 06 de septiembre de 2010 - 09:37]

Si es que el efecto Doris llega a lugares recónditos

[volandovengo - 05 de septiembre de 2010 - 23:10]

Viniendo de ti es todo un cumplido, estimado Alberto.

[Alberto Granados - 05 de septiembre de 2010 - 20:12]

Un microrrelato buenísimo. Abrazo

[volandovengo - 05 de septiembre de 2010 - 11:22]

La memoria es un don divino que se suele apreciar tanto cuanto más se carece de ella. Dudo, querida Susana, que tú tengas tendencia al olvido.

[susana - 04 de septiembre de 2010 - 22:59]

Ya no recuerdo lo que había olvidado el poeta.