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Historia de un garrotín

Historia de un garrotín

Este año, para el FEX, como sabéis, organicé, encargado por el Festival de Música y Danza de Granada, a través de Open Cultura y en nombre de la Asociación del Diente de Oro, unos recitales de flamenco y poesía, en los cuales, repartidos en tres días, tuve que coordinar a unas cuarenta almas sensibles, de varias disciplinas.

La verdad, no sé como llegue a buen fin, con un resultado más que notable (la memoria de los cientos de espectadores así lo avalan). Digo que el éxito final me sorprendió, pues soy de carácter anárquico e informal para el papeleo. Le estaré rosendamente agradecido a los participantes en dicho evento, sus ganas de colaborar y la empatía que tuvieron con el proyecto desde un principio.

Para el día 8 de julio, después de la repartición de poetas, intérpretes y momentos, le mandé a la cantaora Mati Gómez un racimo de letrillas por tangos (algunas escritas para la ocasión). Después de varios intercambios de correos, me dijo que había escogido tres estrofas, pero que a ella le encajaban no por tangos sino como garrotín.

Me pareció maravilloso, entendiendo que las letras son versátiles, incluso lo que unos cantan de una forma, otros le cambian el estilo. A veces lo que determina el palo es la intención, lo que dicen las frases.

Mati escogió: Yo no salgo de mi casa / que estamos en primavera, / que la sangre no descansa / y mi niña no se entera. // No te asomes la ventana / sin sombrero ni paraguas / vaya a darte la solana. // La botella está vacía / encimita de la mesa, / ya no queda ni una gota, / voy a cumplir mi promesa. ///

Para interpretarlas, sin embargo, le faltaba un verso en la segunda estrofa (pues en los tangos se admiten tercetos con toda naturalidad). Ella le añadió: y en esa tu linda cara, tal y como se cantó, que quedó estupendamente (al final pongo el enlace de la actuación).

El problema, a la larga, fue mío, por una cuestión estética sobre todo. Yo había rimado ABAB y Mati proponía en la segunda estrofa ABAA. Todo es válido. Y, así, ha seguido cantándolo en varias funciones que después ha tenido, con la inapreciable guitarra de Rafa Soler.

Al tiempo, orgulloso de que abrazara mis letras en su repertorio, le envié un posible cuarto verso para esa estrofa, cambiando el orden del segundo. Aunque el poema ha alzado el vuelo y ya no me pertenece. También le mandé una cuarta letrilla por si quería alargar el garrotín en algún momento. Así, toda la canción, según mi propuesta quedaría:

Yo no salgo de mi casa
que estamos en primavera,
que la sangre no descansa
y mi niña no se entera.

No te asomes la ventana
sin paraguas ni sombrero
vaya a darte la solana
y que se te rice el pelo.

La botella está vacía
encimita de la mesa,
ya no queda ni una gota,
voy a cumplir mi promesa.

Estoy tan acostumbrao,
morena tú bien lo sabes,
caminar siempre a tu lao
recorriendo to’ las calles.

Os dejo una de las grabaciones de ese día. Aunque me consta que hay más en la red: http://www.youtube.com/watch?v=bvbeuq73618

* Foto del día de la actuación

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