Blogia
volandovengo

Miedos estacionales

Miedos estacionales

Tras la última copa en el último bar, donde intimaron hasta lo indecible, la chica cogió al chico de la mano y lo metió en el lavabo con ella.

Se subió la falda y bajó su braga humedecida.

Él quería tanto como ella, pero antes de desabrocharse los jeans, se vio obligado a decir que estaba limpio. La época requiere esas confesiones.

―Muy bien ―respondió ella con premura.

―Quiero decir que no soy portador ni tengo hongos ni gonorrea ni nada de eso ―continuó aclarando.

―Me da igual ―respondió ella con indiferencia.

―¿No te da miedo el sida? ―disparó él a bocajarro.

―No ―zanjó la chica―, me da miedo el miedo.

0 comentarios