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Una banda burbujeante

Una banda burbujeante

Maui y los Sirenidos en Sevilla

Estando en Sevilla, tuve la oportunidad de interceptar a Maui y los Sirenidos en la Sala Malandar en plena gira de presentación de Problemología, su tercer trabajo discográfico, ya que en Granada no pude asistir. Cuando conocí a esta chica, decía en el escenario que el futuro de la música estaba en el directo y, viéndolos, resulta que así es. Como tener los discos de antes, que venían con añadidos (póster, pegatinas, etc.) y tenerlos grabados no era igual, el cedé de los Sirénidos se puede bajar de Internet, pero nos perdemos la puesta en escena.

Esta utrerana, familia de Bambino, es una verdadera showman, es decir showwoman, pues canta, baila, actúa, improvisa…, haciendo de cada uno de sus espectáculos un momento único. Rodeada por un combo exquisito (guitarra flamenca, guitarra eléctrica, piano, bajo, saxo y batería) que le sigue el juego, Maui desgrana su disco que, con un humor y una frescura tremenda, está lleno de actualidad y denuncia. Aunque la denuncia más precisa es la de ser feliz, reírse de los inconvenientes y determinar que la vida es demasiado corta para enredarse con nuevos problemas.

Maui, sin ser flamenca, tiene un poso innegable del cante y de las formas de este arte, impregnando con todo derecho sus cantes de bulerías, alegrías, tangos, rumbas o soleares, que se mezclan de continuo con jazz, bossa, guaguancó, bolero, blues, ska, gracias a la versatilidad y amplitud de miras de cada uno de los Sirénidos.

Muchos de los asistentes sabían y coreaban las letras de las canciones, algo que me llamó la atención poderosamente. Tanto como la complicidad de ese mismo público que reía y bailaba con las ocurrencias de Maui y, sobre todo, con las letras, a veces incisivas, siempre optimistas de sus canciones.

Maui empieza con un número de magia, en el que saca de una chistera una gran raspa de sardina, con la que interactuará durante todo el espectáculo, y termina con La peor canción, donde ella misma toca la guitarra y el resto de los componentes se intercambian los instrumentos, proponiendo un simpático desconcierto. Entre medias, suena cada uno de los cortes del disco. Temas como Y soy tan feliz, Contar hasta 10, Tanguillo de la sardina o Si me llamaras fueron sonando hasta recorrer todo Problemología, incluyendo algún tema extraído de sus trabajos anteriores, Flamenco Sumergido de 2005, y Un ratito más, de 2008 (Premio UFI al mejor álbum flamenco), como el impagable El reloj.

Por último quiero decir que el disco está lleno de colaboraciones. Entre otros Kiko Veneno, Diego Guerrero, Emilio Maya o Tomás de Perrate.

* Foto de su facebook.

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