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volandovengo

Se me saltaron los puntos

Se me saltaron los puntos

Hace tiempo intenté leer por dos veces El mismo mar de todos los veranos de Esther Tusquets y no pude conseguirlo y eso que me agradaba el título, la crítica, el comienzo… (volveré a intentarlo). Es un libro sin puntos y aparte. La prosa es densa y continua, como quien piensa a borbotones.

No es que me dé miedo ese tipo de literatura, pues me interesa como manera exclusiva de expresión. De hecho me leí, con bastante agrado, Madera de boj, de nuestro ilustre Cela. Me gustó hasta el punto de desear volver a leerla en cuanto pudiera.

Es una forma de narrar como cualquier otra, aunque no deja de ser un ‘experimento’ puntual pues no siempre se escribe así.

La escritora estadounidense Gertrude Stein tenía verdadera aversión a los signos de puntuación, a excepción del punto y aparte, al que le consideraba ‘vida propia’.

Pensaba que las comas eran ‘serviles’, que los signos de interrogación y admiración ‘realmente repug­nantes’ y lo demás ‘artificios innecesarios de la escritura’. En general le parecían despreciables y, por tanto, no los utilizaba.

Su estilo se basaba en la repetición, como bien queda representado en su famosa frase: una rosa es una rosa es una rosa es una rosa...

Víctor Hugo, hallándose de viaje y deseando conocer la marcha de la venta de su obra Los Miserables, en 1862, envió una carta a sus editores, Hurst & Blackett, que simplemente ponía: ‘?’. Días más tarde, recibió la respuesta: ‘!’.

* Me escribe Carmen diciendo que mi entrada le ha recordado a un post que escribió este diciembre pasado en su blog (Memorable), advirtiéndome de antemano que "nada que ver con lo que dices, pero sí algo que ver jajajaja".

6 comentarios

volandovengo -

Lo intentaré de nuevo, Jacko. Gracias.

Jacko -

No sé si lo has leído o no. Lánzate, déjate llevar por la prosa de Esther Tusquets. Olvídate de los signos depuntuación...

volandovengo -

Como regla general creo que no se debe abusar de los signos de ortografía. Hay quien los utiliza abundantemente y no está mal. Lo malo es quien no los emplea en el sitio adecuado.
Carmen, los puntos suspensivos (siempre tres), a no ser que sea imprescindible, intento no hacer uso de ellos.

volandovengo -

Alberto, a mí sin embargo me gustan estas vueltas del lenguaje, estos experimentos que te ofrecen un nuevo añadido al placer de la lectura.

Alberto Granados -

Interesante exploración de esos factores metaliterarios que siempre me intrigaron. ¿Hacia dónde llegan esos experimentos? ¿Realmente aportan algo o se hacen por pillar una cota de originalidad?
El monólogo de Molly Bloom, último capítulo del "Ulises" me encanta, pero se me hace difícil y tal vez no sea esa la función de la literatura.
En igauldad de caldad literaria, prefiero una texto bien señalado con los signos convencionales.

Un abrazo,

AG

Carmen -

Genial, Jorge.
A mí me gustan los suspensivos. Los puntos también.
(¡Bien!).