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volandovengo

Las soleares, un problema terminológico

Las soleares, un problema terminológico

La soleá es uno de los cantes básicos del flamenco. Su copla es de tres o cuatro versos octosílabos con rima consonante o asonante, que debió originarse durante el primer tercio del siglo XIX para acompañar al baile por jaleos, pero que con su práctica se fue convirtiendo en un cante con entidad, hasta llegar a ser considerado uno de los estilos esenciales del cante flamenco.

Sus letras responden a una temática muy amplia, generalmente trágicas, con alusiones a la vida, al amor y la muerte.

En rigor, no debe hablarse de la soleá, como se habla de la caña o de la granaína, sino del cante (o baile) por soleá. O por soleares.

Digo ‘por soleares’ y no ‘por soleás’.

Muy extendido entre los flamencos es nombrar la frecuencia de soleares como soleás, a veces indistintamente, a veces confundiendo los términos como si fueran dos productos distintos, dos cantes diferentes que provienen de una misma raíz.

No sé si el establecimiento de la voz popular estará tan extendido que no se pueda erradicar, pero, para que conste, diré que el plural de soleá es soleares (según las reglas de nuestra lengua) y que soleás no existe.

Supongo que quien lo utiliza y quiere seguir utilizándolo puede hacerlo. También hay quien dice sofales o sofases en vez de sofás.

* Dibujo del artista granadino David Zaafra.

7 comentarios

volandovengo -

Estoy de acuerdo. Después de ese programa no se ha hecho ninguno que se le asemeje. Quizá por eso estamos tan perdidos.

Carmen K. -

RITO Y GEOGRAFÍA DEL CANTE (Idea y dirección: Caballero Bonald, presentador Velazquez Gaztelu). Programa más respetuoso, sabio y vanguardista no he visto en vida.

volandovengo -

Alfonso, gracias por relacionarme con don Fernando Lázaro.
Carmen, tus comentarios siempre son enriquecedores. La granaína es un cante grande, valiente y dificultoso como pocos. A vuelapluma mencioné la caña y la granaína, como si hubiera dicho garrotín y taranta (que también es cante libre)
El flamenco no tiene fronteras y se ama tanto en Almería, que en Madrid, que es la Corte, como en Sebastopol.

Carmen K. -

Sí. Quizá sea porque en Madrid (que es dónde me formé profesionalmente, dónde elegí amar el flamenco, no desde la "imposición" casi genética, en Almería), en Madrid (que es el crisol), se dice por soleá o por soleares; pero no se dice "cántate unas soleares", si no, "canta por soleá". Ritos de la geografía del cante, supongo. Qué buen programa aquel , por cierto.
Jorge, hay algo que me llama la atención, y es que metes en el mismo saco la caña, soleá y la granaína, (palo bellísimo). Siendo la granaína un cante libre, y los otros de compás.
Me encanta la dialéctica e idiosincrasia del sentir flamenco. En Jerez (que empieza en breve el Festival Flamenco), hay pocos que canten por granaínas. Lo consideran un cante chico ¡qué cosas! Como si hubiese cante chico o cante grande; cuando lo que hay, si lo hubiere, es un cante bien cantao.

alfonso -

Breve, pero como un dardo.

volandovengo -

Es raro, Carmen, con lo avezada que tú eres en los diversos rincones del cante, que no hayas oído el infundio 'soleás'. Aquí no sólo se escucha, sino que se ha visto escrito.

Carmen K. -

Jamás de los "jamales" oí yo "soleás". En buena ley, debiera ser "soleás", o incluso "soledades", puesto que el término "soleá", es la manifestación de pena y dolor un cante flamenco. Pero, lo cierto es que se denomina "soleares" las diferentes variaciones de este bellísimo palo y que se interpretan en diferentes lugares geográficos. Así pues tenemos las soleares de Alcalá, las de Triana, las de La Tía Anica la Piriñaca (sublimes), de la Serneta, del Mellizo, del Zurraque, etc. Así pues, SOLEARES, qué bello cante, que bello término.