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Persecución de los gitanos: primera pragmática

Persecución de los gitanos: primera pragmática

Al principio, cuando llegó el pueblo gitano a la Península, fue bien tratado, hubo buen entendimiento entre razas y culturas durante más de medio siglo. Pero el cambio de la actitud de las autoridades españolas hacia ellos, no tardaría mucho tiempo en llegar. Un hecho definitivo en este cambio de actitud se produjo por el fuerte crecimiento del número de gitanos, debido a la entrada masiva de contingentes gitanos desde Constantinopla tras la invasión islámica en 1453. Ante esta masificación, las ayudas y las limosnas, que eran habituales, pasaron a ser menos generosas.

Poco después surgió el rechazo y el recelo. Desconfianza agravada por el desenmascaramiento de su falsa nobleza y por la vida nómada y disoluta que adoptaron, inclinada al hurto y al engaño.

Las protestas de un pueblo acostumbrado a otros usos proliferaron por todas partes, lo que condujo a los Reyes Católicos a dar una respuesta a este problema. Además, por otra parte, los monarcas, como en el resto de Europa, pretendían el absolutismo y la unidad política y religiosa.

Así, en nombre de la fe, los Reyes Católicos y la Iglesia a través de su “policía política”, la Inquisición (creada en 1480), ponen en pie los pilares ideológicos de la homogeneidad cultural: un único y absoluto poder político, una única religión, una única lengua, una única cultura y por consiguiente una única manera de ser y sentir.

Pero la represión no llegó exactamente por causas religiosas sino por su forma de vida, por su comportamiento cotidiano, pues los gitanos iniciaron actividades poco convencionales, en ocasiones al margen de la ley, pues no querían abandonar su modus vivendi.

Otro motivo, según Jules Klein, fue debido a las repetidas quejas del “Honrado Concejo de la Mesta”, pues los grupos de gitanos chocaban económicamente con los intereses de los ganaderos trashumantes de Castilla.

En principio, los Reyes Católicos les dieron un plazo de dos meses para que tomaran un domicilio fijo, adoptaran un oficio y abandonasen su forma de vestir y sus costumbres, so pena de expulsión o esclavitud, para encontrar la unificación de los súbditos en toda la Península.

En concreto el 4 de marzo de 1499, los Reyes Católicos dictaron una Pragmática en Medina del Campo, que describía con detalle los castigos a los que serían sometidos los gitanos que trasgredieran las Leyes del Reino: el destierro para aquellos gitanos que no se convirtieran en sedentarios, y que no volvieran al reino de manera alguna, y si fueren hallados en el reino, o tomados sin oficio, o juntos, pasados sesenta días que les den a cada uno cien azotes y les destierren perpetuamente, y si por segunda vez son hallados, que les corten las orejas, y si por tercera vez, sean cautivos.

La Pragmática dictada por Isabel y Fernando, recogida en la Novísima Recopilación (Libro XII, título XVI), dice así: Mandamos a los egipcianos que andan vagando por nuestros reinos y señoríos con sus mujeres e hijos, que del día que esta ley fuera notificada y pregonada en nuestra corte, y en las villas, lugares y ciudades que son cabeza de partido hasta sesenta días siguientes, cada uno de ellos viva por oficios conocidos, que mejor supieran aprovecharse, estando atada en lugares donde acordasen asentar o tomar vivienda de señores a quien sirvan, y los den lo hubiese menester y no anden más juntos vagando por nuestros reinos como lo facen, o dentro de otros sesenta días primeros siguientes, salgan de nuestros reinos y no vuelvan a ellos en manera alguna, so pena de que si en ellos fueren hallados o tomados sin oficios o sin señores juntos, pasados los dichos días, que den a cada uno cien azotes por la primera vez, y los destierren perpetuamente destos reinos; y por la segunda vez, que les corten las orejas, y estén sesenta días en las cadenas, y los tornen a desterrar, como dicho es, y por la tercera vez, que sean cautivos de los que los tomasen por toda la vida.

A esta pragmática se sumaron más de veinte pragmáticas Reales y decretos del Consejo de Castilla; un sinfín de edictos en Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia y Granada; y una veintena de leyes de Portugal hasta los tiempos de Carlos III. Cada monarca en nuestro país intentó deshacerse del pueblo gitano, aunque afortunadamente ninguna de estas medidas tuvo el éxito pretendido.

Dice el historiador George Borrow que “quizás no haya un país en el que se hayan hecho más leyes con miras de suprimir y extinguir el nombre, la raza y el modo de vivir de los gitanos como en España”.

* Algún gitano habría entre la cadena de galeotes que liberó funestamente don Quijote.

8 comentarios

Adri -

@rossy la historia de mi pueblo no fue ningun cuento de hadas ni imaginaciones, fue real¡ vale, si quieres seguir siendo una incredula no es mi problema es el tuyo, ¿te has fijado como tus antepasados esclavizaron, mataron, robado parte de mi cultura, y pasando todas sus vidas perseguidos durante 520 años, lo entiendes? si no te interesa nada de esta historia no se que pintas aqui solo os gusta criticar y lo haceis siempre, dado que los payos jamas han sido perseguidos, ni masacrados, ni esclavizados, ni marginados, ect..., al revés habeis sido opresores es decir a los que habeis oprimido a mi pueblo hasta acabar con el, y como muchos otros también, tu siendo payo es imposible que entiendas lo nuestro, las formas de ver, sentir, y conocer las cosas, ni siquiera prestas atención a parte de la historia gitana y de la españa paya racista, enferma, rancia y genocida, venga sigue con tu incredulidad que te esta matando por dentro.

volandovengo -

Rossy, intento ser respetuoso. En una ocasión dije que no me gustaban, por estar fuera de lugar o de mi espíritu, esas largas parrafadas de autoayuda y textos similares. No deseo cortar las alas a nadie, y menos a quien me sigue con tanto entusiasmo desde hace tantos meses. Solamente digo que prefiero tus comentarios espontáneos llenos de frescura y ausentes de caspa.

Rossy -

Tomaste el camino de tú compadrito octubra bello debo advertirte para que no tengas que abandonar por soledad. Cada ser ve lo que quiere y puede pero yo creo en la libertad

volandovengo -

Rossy, muy interesante este cuento, pero: primero, no tiene que ver nada con el tema propuesto; y segundo, te volveré a agradecer que hables por ti misma, que es más enriquecedor que recurras a estos cuentecitos y moralinas fuera de lugar.

Rossy -

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso. Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió: - Lo sé señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:

La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.

La segunda: ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?

La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.

La cuarta: y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

MORALEJA: El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente...

volandovengo -

Gracias, amigos. Seguiré en la tarea...

Antón Carmona -

Gracias por la documentación . Un abrazo

JuanCarlos Lozano Guzmán -

Estupendas informaciones. Saludos desde Brasil. jc