Sesión de cama
—Estoy desecho. Soy un fracasado.
—¿Un fracasado usted? Si es toda una eminencia. Le llaman para inaugurar museos, para leer conferencias, para dar pregones... Y hasta ha escrito seis libros.
—Siete.
—Pues eso.
—Me refiero a que soy un fracaso en mis relaciones sexuales.
—¿Quiere decir que no le van bien las relaciones sexuales?
—Como lo oyes. Por más empeño que pongo, no logro alcanzar el cenit.
—¿Con tu mujer?
—No, eso es aparte. Con mi mujer no me quejo. Nos entendemos perfectamente. A ver, después de doce años de casados y otros tantos de noviazgo, ya culminamos casi sin querer. Incluso a la carta: hoy queremos hacerlo rápido, pues lo hacemos; mañana intermitente, pasado del revés, el otro día de fantasía... No hay más que proponérselo. El problema es con las demás personas.
—Pero, no lo entiendo, si se emboban con su elocuencia, con su retórica. Si con su sabiduría las atonta. Es capaz de confundirlas hasta dejarlas rendidas a sus deseos más primitivos.
—Pienso que sé hablar mejor que hacer el amor. Creo que la chica que se acuesta conmigo espera eso, oírme disertar sobre algún tema. Lo mismo da tratar de cuestiones teologales que de la dieta básica de las pirañas en agua revuelta. El caso es la novedad del discurso. Es como quien entra al circo atraído por "lo nunca visto". Quizá cobre la entrada algún día o reciba a más de una persona, y más que un menage a trois, será un espectáculo múltiple. ¡Pasen y vean! ¡La impotencia de un erudito! Mujeres, hombres, niños mocosos, abuelos, travestis... se meterán en mi cama y algún que otro soldado de infantería para oírme hablar.
—Bueno, ya me voy. ¿Qué le debo?
—Son quince euros. Dígale al próximo que entre.
* Teatrillo en un acto compuesto en enero de 1993 (traspapelado ente los archivos de mi ordenador).
5 comentarios
Con patines -
Besos
Jesus Lens -
volandovengo -
joven llanos -
joven llanos -
Erase una vez un hombre triste que fue a ver al medico para que le curase su melancolía. El medico lo revisó a fondo y le dijo:
-No he podido encontrarle nada mal, pero voy a darle un consejo. Hay un circo en la ciudad: vaya esta misma noche. Verá un payaso tan divertido, que no podrá parar de reírse en una semana.
-Doctor dijo el paciente triste-, ese payaso soy yo
Emery Kelen: Mr. Nonsense. A Life of Edward Lear