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volandovengo

Flamenco viene del norte

Flamenco viene del norte

Flamenco viene del sur

 

¡Eres el mejor, pese a quien le pese!, se oyó entre el público en la mitad de la actuación. Afirmación radical que otros parroquianos apoyaron y nadie contradijo. Nadie defendió lo contrario porque todos sabemos que es verdad. Hoy por hoy, el catalán Miguel Poveda, pasa por ser el cantaor más en forma del panorama nacional. Su trayectoria así lo avala. Sus discos, sus directos, sus colaboraciones… se acercan sin discusión a lo que cualquier aficionado exigente espera.

Es una prueba de la globalidad del flamenco. Basta de mirarnos al ombligo. Basta de otorgarnos una exclusividad artística que en realidad no tiene dueño. Basta de encasillar nuestro cante entre las fronteras pacatas de un Estatuto.

Poveda emprende una carrera ascendente y sin parangón desde 1993 que obtiene la “Lámpara Minera” en el Festival de Cante de las Minas de la Unión. Ahora, con “Tierra de Cama”, su último disco en el mercado, acapara todos los galardones y elogios. Su voz madura, bien afinada y melódica, sus altibajos, su dulce fraseo y sus pellizcos controlados, junto con su entrega sin concesiones y su conocimiento y permanente estudio, engrandecen su puesta en escena.

Una ligera variación del programa, un homenaje a la tierra que lo acoge, hace que empiece por granaínas. Flamenquísima su entrega, perfecta la cuadratura de los tiempos, emocionante su quejío. El sonido es impecable, ortodoxo, sorprendente. Juan Ramón Caro, también catalán, acaricia o sacude su guitarra como la belleza del oleaje rompiendo en los arrecifes. El compás viene desde Jerez con denominación de origen. Se llaman Carlos Grilo y Luis Cantarote, imprescindibles en las palmas de éste y bastantes de los artistas del momento, que ilustran las alegrías. Con la malagueña y abandolaos, Poveda entra en su trabajo más reciente, necesario, aplaudido por la afición en general y galardonado con el Premio de la Crítica Especializada. Continúa por “Alfileres de colores”, unas bulerías que le presta Diego Carrasco para este disco. Una pequeña fiesta que estremece y que desemboca en una soleá que llega a ser su mejor entrega, aparte de las seguiriyas que interpreta a continuación, con las que toca techo, roza el cielo y hace volar a los asistentes. Miguel se rompe en una interpretación única que quedará para el recuerdo. El resto del concierto es un regalo, con la seguiriya hemos roto la camisa.

“La radio de mi madre” es un ramillete de coplas (coplerías, llamará él), también incluidas en “Tierra de calma”, donde mezcla las mejores frases de Quintero, León, Quiroga, Solano, Perelló… Un homenaje a su madre y a la radio de su infancia. Continúa Miguel con unos tientos-tangos algo acamaronados y termina por bulerías, demostrando que sabe nadar en todas las aguas, aunque lo suyo es el cante grande. Como bis, se despide por fandangos, que remata “Contando los eslabones” que Morente grabara en 1975 en su disco “Se hace camino al andar”. La única objeción, si acaso, que se le puede hacer al concierto de Poveda, es un punto de frialdad y algunos lapsos de memoria.

2 comentarios

volandovengo -

David, me alegra que entres en mi blog y me hagas un comentario tan jugoso. Mis "líneas", como dices, se engrandecen cuando la gente con las que las comparto las aplauden y agradecen.

davidsorroche -

Estimado compañero;

Ya es hora que hiciera algún comentario,aunque breve,después de tanto tiempo compartiendo los articulos de tu VOLANDOVENGO.
Lo hago en este articulo que se refiere a Miguel Poveda porque me siento identificado con lo que cuentas y con lo que representa Miguel en la realidad flamenca actual.
Dichosamente,compartí con él(creo,uno de los pocos cursos que ha realizado y realizará según comenta èl)una semana llena de flamenco y vitalidad en Sevilla.Me encontré con una persona,sencilla,nada fría,todo lo contrario,llena de flamencura(término a debate...jajajja!!!)y con las ideas muy claras.Esto se refleja en su cante,en sus discos,en sus directos.Y bueno,deacuerdo contigo,compañero,hay que dejar de mirarse el ombligo y sí mirar ejemplos como los de Miguel. El trabajo y el amor por lo que haces, al final se refleja.
Bueno, termino ya de hablar no sin antes animarte a seguir regalándonos tus líneas en tu VOLANDOVENGO.Sin más,un saludo a todos !! David