La depre
Por más que he hecho para moralizarme, llevo todo el lunes deprimido. No creo que sea la enfermedad esta moderna, prima hermana de la ansiedad. Sino la desazón de toda la vida. El hastío de sentirse una nimiedad en el macrocosmos que conforma la vida, herencia de los románticos y post románticos decimonónicos.
Mi hijo se despertó caprichoso a las 6'45 de la mañana. Logré calmarlo y dormirlo en veinte minutos más o menos y yo ya no me dormí (no merecía la pena). Y en esa madrugada inesperada, se me vino encima todo el futuro (el inmediato y el más remoto) y todo el pasado, los momentos más crueles del pasado, me refiero, hasta la tarde del domingo.
Pero, sobre todo, soy consciente del presente y del desajuste del mundo. La lucha diaria por la SUPERvivencia. Recalco "super" porque no se trata de vivir, de vivencia, sino de vivir por encima, de vivir cada vez mejor. Y eso es lo difícil.
¿Qué es vivir mejor? ¿Tener cada vez más dinero? ¿Que no nos falte de nada a mí y a los míos? ¿Ayudar a los demás? ¿Luchar por la justicia social? ¿Educar a mi hijo en valores? ¿Ser un hombre respetado? ¿Llevar una vida sana? ¿Denunciar y castigar los abusos cometidos hacia los más débiles? ¿Hacer gimnasia a diario? ¿Acordarme cada día de un amigo y llamarlo, si es posible? ¿Ser bondadoso sin esperar recompensa? ¿Adoptar un niño? ¿Enseñar a pescar a un pueblo? ¿Almacenar provisiones temiendo una posible guerra preventiva? ¿Comprarnos otro coche (a ser posible anti golpes)? ¿Cenar cada día en un sitio distinto? ¿Coger más a menudo la bicicleta? ¿Jugar media hora más con mi niño al día? ¿Leer menos el periódico? ¿Invitar a un pobre a comer?...
Mañana será otro día.
4 comentarios
volandovengo -
Cuti -
volandovengo -
No compares, erizo/4, a la señora del cante con Camarón.
El de la isla es único en su estilo, un mito. Pero, para mí, la prestancia, la largura, el conocimiento y el quejío de Carmen Linares es incomparable.
erizo/4 -