Encantado de reconocerte
Hay un amigo que siempre me presenta a su mujer cuando nos vemos. Incluso pregunta si nos conocemos. Sí, afirmamos casi al unísono (nos faltan todavía un par de encuentros). Él, como si no oyera nada o le diera totalmente igual si nos hemos visto o no antes de hoy, nos vuelve a presentar. Nosotros, su mujer y yo (sin ninguna premeditación), nos besamos en ambas mejillas mientras sonriemos.
Yo, sinceramente, agradezco tal honor, porque un rostro es difícil que se me olvide, pero un nombre... Así, en nuestro encuentro, él dice: esta es X, mi señora. Y yo: encantado, señora X. Y él: éste es Jorge y tal y tal (coletilla definitoria de mi ser que más le pueda interesar o impresionar a su mujer). (Hay quien presenta diciendo lo que tienes y no lo que eres.)
Este amigo no es el único que me "representa". Gentes de diferentes círculos caen en la misma repetición, en la misma repetición, en la misma repetición. No me refiero a quien te presenta a alguien por primera vez, ignorando que ya os conocéis, sino a ese que en cada encuentro te hace entrechocar la mano de su acompañante. Dan ganas de decir: "encantado de reconocerte" o "estoy harto de que nos presenten" o "ya va siendo hora de que se enteren de que nos conocemos".
También hay un reconocimiento, quizá más peliagudo. Y es cuando conoces a alguien que ya lo conocías y se te ha traspapelado en la memoria, bien porque hace una infinidad de años que no os veis, bien porque ha cambiado radicalmente de aspecto. No sé, se ha hecho punk o mormón o hermana ursulina; se ha teñido el pelo o se le ha caído del todo; se ha tatuado y se ha puesto piercings hasta en el cielo de la boca...
A veces él te conoce y tú no a él o tú lo conoces y él a ti no (puedes quedar como un marmolillo, de cualquier manera). O puede que os conozcáis y no sabéis de dónde o preferís olvidar o desearíais no haberos conocido.
Con todo y con eso, hay una agradable comicidad en el reconocimiento. Puede que sea la segunda oportunidad a un mal encuentro. Quizá sea la forma más auténtica de programar un inesperado encuentro. Es lo contrario a una cita a ciegas.
3 comentarios
volandovengo -
Con Patines, qué razón tienes con las amisttades que hemos perdido por razones casi siempre ajenas a nuestros sentimientos. Me halaga que disfrutaras el texto al menos un par de días.
Con Patines -
Me gusto mucho el texto he pensado en el todo el fin de semana
Hueso -