Blogia
volandovengo

La mayoría de edad de un festival

La mayoría de edad de un festival

XVIII Noche Flamenca. Asociación de Vecinos Plaza de Toros, Doctores y San Lázaro

Desde hace dieciocho años se viene celebrando en las inmediaciones de la Plaza de Toros una Noche Flamenca organizada por la Asociación de Vecinos de los barrios adyacentes, el de losDoctores y el de San Lázaro. Desde hace dieciocho años el flamenco toma literalmente la calle y reúne a varios cientos de parroquianos y allegados, que no dejan pasar esta cita. Pero también acoge a bastantes de los viandantes que pasan fortuitamente por el lugar y desean disfrutar de un poco de cante del bueno.

No es una muestra con grandes aspiraciones ni grandes nombres, de hecho nos sorprenden año tras año con alguna cara nueva. Pero, en cambio, es un festival con la total entrega y la verdad de sus participantes.

La bailaora Ana Guadalupe, y su grupo, es la encargada de abrir y cerrar la noche. Comienza con una guajira, un palo para el baile poco visto (aunque pudimos disfrutar con esta misma propuesta con Patricia Guerrero recientemente en el Corral del Carbón); y termina con una soleá. Ana es una bailaora reposada y flexible, de bella estética y futuro halagador. Tras el primer baile, Miguel Barroso, con solemnidad, cantó por granaínas, serranas, milongas y unos bellos fandangos de Vallejo muy rítmicos. Es de agradecer cuando un flamenco interpreta los cantes con conocimiento. A la guitarra José María Ortiz, un músico que evoluciona al margen de las modas.

El descubrimiento de la noche fue Ángela Cuenca, una joven almeriense (Almería cuenta hoy día con un racimo de cantaoras muy interesante). Ana comenzó con unos tientos-tangos de influencia de Carmen Linares y de Morente, para continuar con unas malagueñas que abandoló con fandangos de Almería y fandangos de Granada; y culminó con unas alegrías muy agradecidas. Acompañándola con la guitarra, el estudioso y profesor Vicente Márquez que sonó mejor que en otros escenarios.

El plato fuerte de la velada fue el albaicinero Antonio Fernández, que empezó por seguiriyas, continuó con alegrías, fandangos y tangos de Morente. Antonio es sensible, muy flamenco y con un gusto exquisito, que redondea y endulza los cantes.

* Plaza de Toros de Granada (© granadafoto.com)

0 comentarios