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volandovengo

La hiena

La hiena
La hiena, animal que generalmente produce rechazo, a mí me alucina. La hiena es un animal versátil y sociable, que no es can ni felino, sino hiénido (familia independiente).
Es verdad que tiene un aspecto miserable, aunque son esas maneras de despeinada dejadez, el rabo como una brocha rala, la sonrisa de asco permanente, las que le imprimen toda su personalidad. No sólo su boca tiene esa mueca cómica, también su aullido inconfundible se parece a una risa histérica. Tiene una vida nocturna.
Los Árabes decían que quién comía los sesos de una hiena se volvía inmediatamente rabioso.
Las hienas tienen buena boca. Nada les parece poquita cosa. Aprovechan hasta el hueso más duro, hasta el pellejo más seco. Su tremenda mandíbula lo casca todo (que no es lo mismo que "todo lo casca"). Su increíble estómago digiere cualquier cosa. Gracias a su olfato pueden detectar la muerte y descomposición a kilómetros de distancia, que recorren sin pensar.
Son los basureros de la sabana, de los desiertos africanos y asiáticos. Su capacidad de adaptación es encomiable. Parecen cobardes. Se escudan en su número. Son ladrones y carroñeros. Sanguijuelas. Y muy familiares. También cazan, animales pequeños y enfermos. El jefe de la jauría es siempre la hembra más anciana.
La hiena es un animal fabuloso que, por mucho que nos duela, es uno de los seres naturales que más se parece al hombre.
Al principio de los tiempos, los homínidos, más que valientes cazadores, más que la noble especie "elegida", deberían ser ladrones y carroñeros, que, basados en su número (y su incipiente cerebro superior), espantaban a los verdaderos cazadores para robarles sus presas o aprovechaban los restos abandonados de depredadores ahítos.
Salvando las distancias, seguimos siendo hienas (unos más que otros), que nos hemos ido refinando (unos más que otros). Aunque nuestro aspecto sea muy diferente.
Conozco, sin embargo, a una señora que camina cabizbaja y sin culo, con el cuerpo adelantado y una permanente sonrisa amarga.

3 comentarios

B -

Esta noche, luna hiena.

volandovengo -

Muy agradecido, admirado Francisco, por tu aporte técnico sexual de la hiena. Algo sabía del clítoris de la hembra que el olvido o el intento de síntesis han impedido que haga alusión de ello. Ahora me alegro, pues tu comentario es clarividente. (Y el dicho del Comendador Griego una joya del naturalista clásico).

Ferrer Lerín -

El clítoris de la hiena ha despistado a los observadores durante años. Gran longitud (rozando el suelo), sensación de peso, grosor inaudito, convierten el miembro femenino, cuando está excitado, en un competidor aventajado de la verga del asno y otras grandes bestias activas. Además, en las manadas de hienas, formadas sólo por hembras y cachorros
-los machos adultos vivaqueando en solitario-, se mantiene un permanente clima de gran tensión sexual en el que las más variadas caricias y posturas han turbado a más de un/una naturalista. A la hiena, convertirse en emblema del movimiento lésbico, le permitiría abandonar para siempre el sambenito de bicho tétrico, ladrón y carnicero.


Dice El Comendador Griego:

“Hyéna es un cierto animal de la Provincia de África, que tiene ambas naturalezas è sexos: quiero decir que es un año macho, è otro hembra.”