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volandovengo

Cosas de Juan

Cosas de Juan

Mi niño sabe que este año, para sonreír en las fotos, debe decir CRISIS (aunque se las haga él mismo).

Siempre me pregunta que qué le dirán los demás ante cualquier circunstancia (si se hace una herida, si tiene un nuevo disfraz, si lleva un juguete...). Yo tengo que urdir una respuesta convincente. Supongo que algún día le diría: "Tu abuela te dirá..." o "Tus amigos van a decir...". Por eso me preguntó el viernes de Carnaval, cuando se disfrazó de "comandante de los siete mosqueteros" (literal) qué iban a decir sus amigos. Le dije que sus amigos se iban a quedar asombrados. Me respondió que no podrían, que para eso tienen que tener sombra.

Peleando el fin de semana (cuando se levanta, viene a mi cama para echar una "peleílla"), le dije, después de la desmedida paliza que me propinó durante bastantes minutos: "me vas a desarmar". "Pero si no tienes armas", me respondió.

Tiene una teoría sobre la tele. Me dice que ve tantos dibujos animados porque son dibujos y porque le animan.

Suele aprenderse todas las tonterías que le digo y repetirlas siempre que tiene ocasión. Así, recién bañado, cuando voy a ponerle la camiseta, le digo: "cógete las mangas". Siempre pica e intenta agarrar la prenda que no tiene. Nos reímos con ganas y después siempre lo hace con todos. "¿Me cojo las mangas?", pregunta con ingenuidad.

Cuando le das en la cabeza en algún juego, exclama: "en la cabeza no que estoy estudiando" o "en la cabeza no que es mi segundo órgano favorito", como decía Woody Allen en El Dormilón.

Le gusta ver la tele conmigo y fijarse cuando me río para reírse él también y aprenderse el momento y llamarme siempre que sale ese anuncio, por ejemplo. Así, somos cómplices en películas, dibujos, anuncios... Y nos aprendemos textos de memoria. A ver qué os parece este del Oso Yogui:

- Respira profundo, Rubidú. Qué es lo que quieres decirme.

- Que Búfalo Billy ha vuelto. ¡Ha vuelto!

- Si ya no hay búfalos en el parque Jellystone.

2 comentarios

volandovengo -

Mi hijo quiere ser arqueólogo. Tiene toda la vida para serlo. Leemos con atención a Bioy Casares y tantos que se se inclinan ante la imaginación de un niño.

el mismo de antes -

Un niño no tiene por delante una vida, como un callejón angosto, sino el completo y espléndido repertorio de las vidas posibles. Porque él podrá serlo todo, atentamente escucha en las prodigiosas proezas que le refieren –guerras, naufragios, cacerías de tigres- su propia historia, sus probables y altos destinos. El eco de esta ilusión nunca se apaga y todo en nosotros va envejeciendo, salvo la afición por los relatos. De soñar estos sueños la humanidad no se cansa.~


Adolfo Bioy Casares, “La otra aventura”

saludos, volandovengo