Vaca sorpresa
El siempre desmedido Ibn Bassal Salah, señor principal del bajo Guadalquivir, en las pantagruélicas comidas que ofrecía en la fiesta del Id al Fiar (fin de Ramadán), los cientos de comensales no eran capaces de dar término a las miríadas de viandas que se iban sucediendo.
El convite siempre daba comienzo con su plato estrella, consistente en un cordero joven bien limpio que contenía en su interior un ganso, y éste un pollo, y este un palomo, y después un zorzal, con uno o dos pajarillos en su vientre, todo esto bien asado e introducido en el cuerpo de una vaca bien cocinada.
* TEXTO perteneciente a: "Anecdotario apócrifo de recetas andalusíes".
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