Una Estrella al alcance de la mano
Una de las voces más valoradas en el panorama flamenco actual
En la Navidad de 2001, el mismo año en que vio la luz su disco debut, Mi cante y un poema, aunque ya había tenido colaboraciones gloriosas en los discos de su padre (recuérdese el tema Manhattan en Omega de 1996), Estrella se dio el capricho de grabar Calle del Aire, en el que incluía un pequeño Regalo de Navidad, una taranta de Almería de cuando tenía siete años, acompañada por la guitarra del maestro pamplonés Sabicas. Corría el año 1988.
Esta incipiente grabación principiaba, quizá sin advertirlo, un hilo invisible en su manera de hacer que aún se está estirando. Con la voz todavía insegura de una niña, ya en esos años entonaba con suficiente afinación y gusto desmedido. El poso de lo que es y lo que llegará a ser ya se iba asentando.
No basta tener un nombre, aunque ayuda, no nos engañemos, no basta venir de una familia flamenca, tener como padre al número uno de la creación flamenca actual y de madre a una bailaora de raza. Hace falta tener cualidades, ser buena aficionada y poner pasión en lo que se hace. Si a todo esto le unimos una imagen arrolladora encontramos al animal de escena en que se ha convertido Estrella Morente Carbonel.
Su presencia la precede, su estilo y su elegancia, al igual que saber moverse en un escenario, pero si estas cualidades no se acompañan de una interpretación única y evidente, ya no en el panorama flamenco, sino en el orbe musical, la artista se diluiría.
El patriarca Enrique Morente dijo en una ocasión que la voz de su hija era la más parecida a la de un pájaro que había escuchado nunca. Es un gran piropo y, conociendo que su padre no opina gratuitamente, es una gran verdad.
Las cualidades de su voz, afinación, calidez, brillo, altibajos, mediotonos, notas inalcanzables… son indiscutibles; su poder escénico es hipnótico; su evolución da vértigo. En buenos maestros se ha fijado, que van desde su padre hasta su adorada Pastora Pavón, ‘La Niña de los Peines’, pasando por Marchena o Lola Flores. Y, aunque se considera cantaora flamenca por encima de todo, no duda en abrir la ventana e impregnarse de Frank Sinatra, Nina Simone, Chavela Vargas o Rocío Jurado, como evidencia en su último trabajo Mujeres (2006). No duda en prestar su voz a otras manifestaciones artísticas más o menos alejadas del flamenco, como lo demuestran sus incursiones cinematográficas, con Saura, con Almodóvar, en las que seguirá insistiendo, propuestas no le falta, asegura.
A este último trabajo tan heterodoxo, según los planes de la artista, le sucederá próximamente un nuevo disco “que va a ser muy flamenco”. Habrá que estar atento.
Granada tiene en ella una buena embajadora. El nombre de su patria chica lo pasea con orgullo allá por donde camina. Se casó en esta ciudad y, aunque por circunstancias laborales sobre todo, vive en Málaga, confiesa que su destino es el Albaicín y más pronto que tarde volverá a Granada donde, entre otras cosas, "te traen el pan a la puerta de casa".
No todo son rosas, sin embargo. El escenario, gracias al cielo, no es una ciencia exacta, como las matemáticas. Hay días y días, existen altibajos, respuestas positivas y no tanto, incluso dolorosas. Los paladares no son todos iguales. El valor de una artista, de cualquier persona, se demuestra en los malos momentos, en las adversidades. Y, Estrella, ha demostrado que sabe levantarse cuando tropieza, que es optimista, que mira hacia delante fijando su meta en lo más alto. Detrás de ella (o delante) está su trabajo desde que la vimos adolescente actuando en La Platería, en el Corral del Carbón, con su compañera Marina Heredia, o en la Gala de presentación de los Campeonatos de Esquí Alpino de Sierra Nevada. Imparable.
Sin embargo, la natural ambición de toda artista, choca con la responsabilidad. Consciente de que en el mundo del flamenco la política del “pelotazo” es efímera o simplemente inexistente, de que andar se demuestra andando y que, como en los tangos de Morente, “…el mundo da muchas vueltas y ayer se cayó una torre”, se plantea la vida como una trabajadora y como una madre (una de sus facetas más queridas).
Por eso es exigente consigo misma, por eso no deja de luchar, por eso es humilde, como aprendió de sus mayores. Humilde y asequible. Una Estrella al alcance de la mano.
* Publicado hoy, domingo, 3 de octubre, en IDEAL.
** Ilustración de Antonio Mesamadero para la ocasión.
13 comentarios
volandovengo -
Juan -
volandovengo -
susana -
volandovengo -
Lara -
Disculpe que me mantenga incrédula, pero sin pruebas me cuesta creerle. Como diría mi estimado Azcona: a mí el mundo me entra por la vista, por el oído, por el gusto..., por mis sentidos, porque sino, ¿en qué creo?
Si quieres, las dejo pasar. Es solo que leo y te lo comento.
volandovengo -
Lara -
Pero, digo yo, sigue siendo su padre. Las cabras suelen tirar pa'l monte...
Supongo que habla usted de Simone, que no Simona, ¿no?
¡Un saludo!
volandovengo -
Alberto Granados -
volandovengo -
Juan -
¿Son paños calientes después de una semana "desafortunada"?.
José Manuel Rojas -