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volandovengo

Eternamente Pablo

Eternamente Pablo

El tiempo pasa. Nos vamos poniendo viejos. Desde que asistí al concierto de Pablo Milanés en el Pabellón Municipal de Deportes de Albolote, el pasado día 27 de noviembre, no dejo de cantar sus canciones. Te he visto pasando del brazo de un hombre. Fue como una deuda que tenía conmigo mismo. La canción suramericana, esa que se llamó “canción protesta”, me ha acompañado desde siempre, quizá desde que tengo uso de razón o quizá desde que tengo razón de uso, que no es lo mismo pero es igual. La prefiero compartida antes que perder mi vida. Ya ha estado Pablo varias veces en Granada, pero por unas razones u otras nunca he ido a verlo. Incluso, la última vez que pasó por aquí, creía que era la definitiva, por su edad, por su salud. Ya ves y yo sigo pensando en ti. Pero aquí lo tuvimos, mayor, enfermo, cansado, pero con su torrente de voz de toda la vida y con su carisma y su afinación y la sabiduría impagable de un puñado de canas. Un culto pleno a la verdad vale mil años más que claudicar. La penumbra, la pobreza en la iluminación, parece que fue él quien así la pidió. Quien brilla con luz propia nunca se puede apagar. La parquedad en el acompañamiento, tan sólo un órgano y un violín eléctrico, tampoco le restó brillo y redundó en la intimidad del recital, que tuvo algunas canciones nuevas, pero la mayoría pertenecían a la banda sonora de todos los asistentes, de una media de edad de 30 o 35 años. Mírame bien, no creo ser el hombre que a cualquier dama asombre y es que mi mejor tiempo pasó. Fue emotivo, alegre, sosegado, comprometido, bello, amoroso, nostálgico, tremendo. Y ahora tratar de conquistar con vano afán este tiempo perdido que nos deja vencidos sin poder conocer eso que llaman amor para vivir. Cantó lo que fue. Fue lo que cantó. Pero echamos de menos pisar las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada, no pedirte que me bajaras una estrella azul o que te cuidaras de esa delgadez extrema.

* Foto de Pablo Peregrín©.

4 comentarios

volandovengo -

Desde el primer tema reconocible se me hizo un nudo en la garganta que fue aumentando a medida que avanzaba el concierto...

Carmen -

Sí, Jorge, también a mí me emocionó. Y yo lo he oído después. Después de que fuese para todos los que había allí estandarte. Lo he oído cuando para mí era poco menos que historia, y me emocioné, y disfruté viendo las caras de la gente de alrededor porque esos ojos brillantes desprendían una nostalgia que parecía decir: sí, sí, fue, fuimos y aquí estamos.
Un beso.

volandovengo -

Sí, Alberto, es tremendo, emocionante, eterno...

Alberto Granados -

La bellísima voz de este hombre lleva 35 años asentada en mi sistema estético. Es impagable. Yo lo he visto tres veces, pero lo he oído miles. Que nos dure.