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Sólo él podía

Sólo él podía

Juan Pinilla es un flamenco comprometido y versátil, conocedor de los estilos y con un importante poso cultural. Cuando el autor Antonio José López editó las coplas que había compilado Gerald Brenan se preguntó qué flamenco podría ponerle voz, puesto que entendía que una colección de letrillas impresas quedaría incompleta si no se cantaba.

La respuesta fue tan rápida como acertada. El único flamenco joven de Granada y posiblemente del panorama flamenco actual de llevar a cabo tal empresa era Juan Pinilla. De ese pensamiento y propuesta, nació el tercer disco de este cantaor de Huétor Tájar. Dicho trabajo discográfico, La copla y Gerald Brenan, fue presentado en el Teatro Alhambra, el pasado martes, día 20, con un lleno absoluto, que respondía al poder de convocatoria de este artista.

Tras unas palabras explicativas de la hija del escritor, la presentación corrió a cargo del entendido Antonio Lastra que, pasándose demasiados minutos más de lo deseado, desmenuzó la vida y obra del cantaor, aparte de exponer algunas teorías sobre los orígenes del flamenco.

El primer invitado fue el jovencísimo tocaor Álvaro Pérez ‘El Martinete’ que, con sensibilidad y flamencura, como nos tiene acostumbrados, acompañó a Pinilla con una media granaína y después una malagueña con abandolaos. Seguidamente nos fuimos al extremo opuesto, el veterano guitarrista y guitarrero Francisco Manuel Díaz arropó en unos cantes de levante muy agradecidos, en una seguiriya y en unos fandangos con mucho gusto que cantó el padre del protagonista, del mismo nombre (empeño personal de éste), en los que se acordó de Cepero, del Sevillano o de Vallejo.

De Almería, el guitarrista David Caro, con una trayectoria intachable, a pesar de su juventud, se incorporó para el resto de la velada, junto al percusionista Javier Rabadán, ambos creadores de gran parte de las melodías del disco. Con estos colaboradores, Pinilla expuso bulerías y, apoyado por el cante y el compás de Iván Centenillo, tangos, con un interesante juego de voces.

Juan tiene sus incondicionales que reconocen la valentía en sus formas, su trabajo y su poder comunicativo, a veces demasiado individualista. Donde rompió sin embargo fue en el popular Anda jaleo por bulerías y en un simpático Ay, Carmela por rumbas.

La noche acabó con nuevas bulerías con hermoso estribillo coreado.

* Foto IDEAL©.

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