Más sobre el haiku
Otro apartado me gustaría poner en evidencia sobre el haiku, que tiene que ver con su estructura y su contenido filosófico, incluso sobre su sentimiento religioso, según Bashoo (primer gran maestro del haiku).
Me refiero al principio de comparación interna. Existe un paralelismo entre los dos primeros versos y el tercero o entre el primero y los dos últimos que le aporta al haiku un doble significado.
Reproduzco unos versos de Buson encontrados casi al azar: La corta noche; / sobre la peluda oruga, / gotas de rocío.
El poeta hace un paralelismo entre el breve rocío que se forma entre los pelos de la oruga y la efímera noche de verano; su paso irremediable.
Nuevamente recojo el haiku de Bashoo que puse en la entrada anterior, que me dará pie para hablar de otra de las teorías intrínsecas: Un viejo estanque; / al zambullirse una rana, / ruido de agua.
Octavio Paz expone que en el haiku existe un planteamiento de tesis-antítesis-síntesis materializado formalmente en sus tres versos. Así, uno de sus enunciados expresará el silencio, la pasividad, la neutralidad, la ausencia; otro, al contrario, será vida y alarma, grito y estridencia; para desembocar en un tercero cuyo resultado es la incidencia de los dos anteriores, uno sobre otro, su efecto.
De esta manera, volviendo al dictado de Bashoo, diremos que el estanque es el elemento pacientre y el salto de la rana es la parte dinámica. El resultado del segundo verso sobre el primero desemboca en el tercero, o sea, en las ondas que ha producido en el agua serena.
Humildemente, apunto a continuación un haiku de mi cosecha donde se puede ver claramente esta fórmula:
Blancas ardillas
hacen del tronco herido
su madriguera.
* Ilustración: retrato de Matsuo Bashoo.
5 comentarios
volandovengo -
B -
Carmen -
Precioso tu haiku.
volandovengo -
Jesus cano -