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Veinte años de recuerdos

Veinte años de recuerdos

20 años de Ballet Flamenco de Andalucía. Imágenes

Cuando se asiste a una obra rodada, se corre el riesgo de abrazar ideas preconcebidas. Imágenes celebra los veinte años de Ballet Flamenco de Andalucía. Se estrenó en la Bienal Flamenco de Sevilla y visitó el Festival de Jerez. Las opiniones, como es natural, se han multiplicado y la crítica pesa. Que si es repetitivo, que si se abusa de la propuesta coral, que si roza la frialdad, que si hay un exceso de taconeo, que si se extralimitan los tiempos, etc.

Yo romperé una lanza a favor del Ballet Flamenco y de su directora, Rafaela Carrasco. Puede que a lo largo de la función las dudas antes mencionadas sean razonables. Pero la elección de los momentos, el espíritu y la calidad de los participantes, el concepto minimalista de su directora y la proyección de futuro, creo que son gratas razones para apoyar su propuesta.

Rafaela Carrasco por suerte ha vivido estos veinte años de la compañía, en el cuerpo de baile, como repetidora y ahora en el pescante de la diligencia. Ella misma ha elegido las piezas, de modo muy personal, y les ha dado un carácter más novedoso, sin olvidar el origen y a sus creadores, los cinco directores que le precedieron, haciendo de la obra un todo armónico y con sentimiento.

Descubrimos así, no sólo la trayectoria del ballet en cada uno de sus montajes, sino que entrevemos, de manera más o menos acertada, el camino que ha decidido proseguir, el de la experimentación, el de la vanguardia, el de la sorpresa.

Imágenes fue galardonada en la última Bienal de Sevilla con el 'Giraldillo al Mejor Espectáculo', en la que hay que destacar la parquedad en los colores, tan sólo negro y blanco, maculados de vez en vez con detalles en rojo (unos tacones, una faja, un mantón o un vestido); la obra coral y las pinceladas individuales, la imbricación de cada uno de los temas y ese continuo dejar las puertas abiertas tanto a lo que vino como a lo que ha de venir.

Comienza la noche evocando a Mario Maya, Del Maestro (1994), y su tremendo juego de banquetas con fondo de martinetes. En la oscuridad (dedicado a María Pagés, 1997) deslumbran los solistas Ana Morales y David Coria, que se alumbran con farolillos por romances mientras una nube púrpura cruza la luna.

En Leyenda (dedicado a José Antonio Ruiz, 2002), Rafaela evoca a Carmen Amaya con una bata de cola blanca de varios metros (terminará colgada al fondo del escenario, como homenaje perpetuo), atravesando el escenario, con un baile parsimonioso, para adentro, mientras, enorme, Antonio Campos canta a capela unos tientos. Antonio es un cantaor de oficio, que se toma en serio su profesión y se autoexige constantemente.

También es preciso destacar la gran aportación del segundo cantaor, Gabriel de la Tomasa, y de los guitarristas Jesús Torres y Juan Antonio Suárez ‘Cano’.

El Viaje al Sur, de Cristina Hoyos (2005), cargado de maletas, se convierte en Mirando al Sur, donde el solista Hugo López, individual o en conjunto, redondea la pieza.

El espectáculo termina con Las cuatro esquinas que remeda el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de Rubén Olmo (2013), donde por romeras y cañas se impone, quizás demasiado, el mantón. Final que rubrica con esbeltez Rafaela Carrasco poniendo un punto seguido a su labor y mostrando el buen pulso de su ballet.

* Foto tomada de la web de la Junta de Andalucía.

4 comentarios

volandovengo -

Es más posible que llegue a Madrid que a Almería...

Carmen K. Salmerón -

Deducimos pues que no llegará a Madrid. Si llegara a Almería, intentaríamos coincidir.

Gracias.

volandovengo -

Siento no haberlo especificado b ien, Carmen, el espectáculo ya ha sido, del 8 al 12 de este mes (yo fui a la clausura). Pero lo seguirán rodando, al menos durante todo este 2015 por las demás ciudades andaluzas. Quizá llegue a Almería.

Carmen K. Salmerón -

Bien. Pinta muy bien.
¿Dónde y cuándo es el espectáculo?