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Blanca Li nos descubre el corazón de Lorca

Blanca Li nos descubre el corazón de Lorca

Poeta en Nueva York

Por fin vemos a Lorca con ojos precisos. Por fin descubrimos su corazón abierto, cosmopolita, orbital. Blanca Li, después de siete años de intento y pandereta, al frente del Centro Andaluz de Danza, nos acerca al Generalife un espectáculo fresco y grandioso. Con una música muy cuidada y una estética vanguardista, Blanca pone en escena más de veinte bailarines y diez músicos para recrear al poeta de Fuentevaqueros. No su poesía, que también. No su vida, que también. Sino sus sentimientos y emociones. El choque frontal con Nueva York, un salto determinante a cielo abierto de alguien al que le han nacido alas y no tiene espacio donde volar. Sólo Blanca Li podía aceptar este reto, sólo la coreógrafa granadina, con un paralelismo puntual con Federico, podía abordar con la suficiente perspectiva esta obra cumbre del surrealismo español, como es “Poeta en Nueva York”.

Andrés Marín, un bailaor matemático, en constante búsqueda, se ha metido en el pellejo de Lorca y ha bordado el asombro y la comunión que tuvo que sentir al llegar a la gran urbe. Una sensación de amor-odio, de atracción y rechazo, de asimilación y de denuncia, sobre todo denuncia. El jazz, el flamenco, el hip-hop, la danza contemporánea se aúnan para formar un libro que es un corazón desgarrado, que son miles de operaciones aritméticas, que son chorros de sangre, que es el Hudson ahogado en aceite.

Nueva York es un huevo cosmológico, es un mundo lleno de humos y de oscuridad, de sangre y de duelo. Es un mundo en blanco y negro que poco a poco va adquiriendo mil tonalidades. Se hace la luz. Nueva York es la prisa; Federico la pausa. Con el flamenco en el corazón va descubriendo otras músicas, otros estilos, grandes contrastes. La llegada de Lorca a ese planeta llega en forma de granaínas y abandolaos. Con ojos de asombro va descubriendo los sonidos negros, Harlem y el Bronx, el bullicio funcionarial durante el día, las miserias de la noche, la muerte violenta y un saxo que llena las calles.

Parece que la lluvia lo limpia todo. Surge de nuevo la ciudad. Una cortina de agua difumina el escenario. Los bailarines danzan bajo el torrente mientras una voz en off recita un nocturno “Paisaje de la multitud que orina”. Es espectacular. Son impagables las figuras que se forman. Cuerpos desnudos, fibras sensibles. El escenario se llena de escaleras, de gente que sube y baja, de máquinas de escribir, de números, de informes. “Pero el hombre vestido de blanco ignora el misterio de la espiga.”

Comienza la soleá de Carmen Linares imbricándose con el texto, que bailan con exactitud Blanca y Andrés. Es uno de los cortes más emotivos de la noche. Pero la escena sigue cambiando, el vértigo anula la prisa. Estamos en “Little Paradise”, un cabaret de finales de los años veinte en el centro de la Gran Manzana, donde suena un jazz tradicional (un aplauso sincero a ese cantante llamado Rob-Li), donde se escucha “Oficina y denuncia”, uno de los poemas más estremecedores de “Poeta en Nueva York”. Continúa la admiración de Lorca, pero ya tiene otros ojos. Se integra. Ahora suena una balada que resuelve Blanca de blanco, con los pies descalzos. Es cuando el presente y el pasado se miran a los ojos. Es cuando Blanca besa el reflejo de Lorca, o viceversa, que el tiempo es tan sólo una dimensión. Encarnita Anillo a continuación entona el “Vals en las ramas”, quizá la más bella canción de la noche, compuesta, como el resto de la música, por ese demiurgo granadino llamado Tao Gutiérrez. Y, para terminar, como todos sabemos, el poeta llega a la Habana. El comienzo de una guajira introduce la rumba, el “Son de negros en Cuba”.

Sólo queda tildar este espectáculo, no sólo de apoteósico, sino de necesario para desentumecer a una Granada que se mira demasiado el ombligo. Aún quedan bastantes días para limar algunas asperezas. A final de agosto volveré a verlo, a disfrutarlo y a preguntarme qué se hará el próximo año para superar esta propuesta.

* EN LA FOTO: mano de Blanca Li (© Karl Lagerfeld)

4 comentarios

volandovengo -

Hola Ellen, me alegra verte de nuevo por aquí. He visto alguna de tus propuestas de "Flamenco surreal" y me han parecido muy interesantes. En momentos, salvando las distancias, me han recordado al espectáculo de Blanca.

Ellen Birgitte -

Hola Jorge, un saludo desde Copenhague. Sigo leyendo tus comentarios y cuando leí esto sobre el espectáculo casi lloraba porque no podía ir a verlo. Si te interesa puedes ver un espectáculo que hicimos aquí con mi música flamencotronica hace unos años basado en "Romancero Gitano" y "Poeta en Nueva York". Unas de mis escenas favoritas puedes ver aquí: http://es.youtube.com/watch?v=GBW7kcTRwZs

Muchos saludos flamenkitos, Ellen Birgitte

volandovengo -

Cuti, pues a ver si coincidimos ese día que vuelvas y ya hablamos en directo de esta obra sin desperdicio.

Cuti -

Hola. Completamente de acuerdo contigo en todo, es espectacular, vanguardista, atrevido para esta Granada nuestra, pero ya era hora de que algo asi llegara aqui. Yo también volveré. Gracias.