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volandovengo

La siembra constante

La siembra constante

Festival de Baile a beneficio de UNICEF

La totalidad de los bailaores que pueblan nuestros escenarios actualmente han dado sus primeros pasos en una gran academia de baile con alguna bailaora de más o menos prestigio. A cualquiera que se le pregunte, ha subido a un escenario por primera vez con tres, cuatro, cinco o seis años, de la mano de alguna de estas maestras locales, antes de dar el salto, antes de buscar al próximo guía que le seguirá impulsando hacia delante, que irá limando sus formas para capacitarlo o capacitarla para actuar delante del público en un tablao, en una cueva, en una compañía. Así, cuando encontramos a una joven bailaora de 20 años, es más que probable que ya acumule un bagaje de al menos quince años pateando las tablas.

Eva Esquivel es una de estas maestras, que consigue despertar la afición y desentumecer el cuerpo a casi un centenar de jóvenes y niños de Granada y provincia, reunidos en dos agrupaciones: Grupo Zaidín y Grupo Ogíjares. A los cuales, anualmente, los empuja a un escenario para participar en un Festival de baile a beneficio de UNICEF. Éste es el octavo año que, con una asombrosa calidad, se presentan estos chicos ante un público expectante. Con un cuadro albaycinero (Sara Heredia y Antonio al cante, Antonio Heredia “El Chonico” a la guitarra, Julián Heredia a la percusión y Julio Muñoz al violín), Eva presenta el espectáculo bailando unos compases de Vicente Amigo, y, cerrará la noche con unos tientos dedicados a su madre. Eva es una bailaora completa, precisa y reposada, en la que todos sus alumnos se reflejan. Entre medias, todos los niños, por edades, y en grupos desde tres hasta veinte bailaores, dan lo mejor de sí.

Como es natural, hay altibajos. Se sabe quien tiene madera y quien abandonará muy pronto, aunque siempre hay sorpresas. Prueba de ello es que, conforme avanzamos en edad, el número de participantes es menor. Entre los mayores, en los que se encuentran los únicos dos varones de todo el Festival, puedo asegurar que una media docena o tal vez más encuentren un hueco en este mundo. A las más pequeñas, de tres a cinco años, que bailan rumbas; le siguen las de cinco a diez, que hacen alegrías o tangos; las medianas, de diez a trece, que interpretan bamberas, garrotín o bulerías; y las mayores, como ya he dicho, con alguna que apunta maneras, que bailan seguiriyas, martinetes y jaleos.

Esquivel y su cuadro de músicos, realizan de esta manera una doble función social. Por un lado, dan la oportunidad a todos estos chicos para que expongan sin tapujos su aprendizaje ante el público, en un verdadero teatro; y, por otro, colaboran con UNICEF, la agencia de Naciones Unidas que garantiza los derechos de la infancia.

* Eva Esquivel, en la foto.

3 comentarios

volandovengo -

Todo va bien si sonries, querida Con patines.
Es una buena noticia lo del blog, Alfonso. Corro a visitarlo y a incluirlo en los "Enlaces".

alfonso -

Jorge,
ya tengo blog en www.alfonsosalazar.es/blog, El tuyo lo he colocado allí. Puedes quitar laplazahumana.es. Por ahora tiene la persiana echada.
un beso

alfonso

Con Patines -

Es que como dices, los flamencos son muy solidarios. Espero que todo este bien incluido lo de las revistas. Ya me contaras

Bss a los 3