La noche fue de Patricia Guerrero
VII Festival de Otoño de Granada 2006
Otra vez en el ruedo se me ocurren más preguntas que respuestas. ¿Cómo en un Festival, que lleva seis jornadas, no he empezado a disfrutar hasta el día de hoy? ¿Cómo se puede hablar de madurez en una bailaora que sólo tiene 16 años? ¿Ofrece el Tablao Albayzín cada noche el espectáculo que nos presenta o es tan sólo una muestra para la ocasión? ¿Cómo una cantaora, que es un número uno en el cante de ‘atrás’, resbala estrepitosamente cantando ‘alante’? Y ya que estamos con las preguntas, ¿por qué tenemos que sufrir por segundo año consecutivo la antiestética imagen del cartel anunciador de los Encuentros proyectado en el fondo del escenario? (El cartel puede ser bello pero, presidiendo la escena, rompe la imagen intimista del flamenco.) ¿Por qué aparece un presentador en unas veladas que se presentan por sí solas y éste se limita a leer lo que aparece en el programa? ¿Por qué la media de asistencia al Teatro es de doscientas o trescientas personas cuando el flamenco actualmente puede atraer a multitudes?
Algunas posibles respuestas. Rafaela Gómez pasa por ser una de nuestras flamencas con más fuerza, arte y poderío, cantando para el baile. Tiene un gran compás y jalea como nadie. Sin embargo, está aún verde para ponerse al frente de un escenario, y eso que contaba con el impagable respaldo de Rafael Habichuela a la guitarra y a El Moreno con la caja. Comienza con lamentables abandolaos. Se perdona al ser su primer tema. Pero con las alegrías pierde totalmente el norte. Su falta de naturalidad es alarmante. Esta no es la gratificante Rafaela que yo conozco.
El Tablao Flamenco, si ha expuesto más o menos lo que representa día a día en su local, es altamente recomendable, es un trabajo serio y de calidad. Aunque, me temo, que tendría algo de maquillaje. El concepto es acertado. “Evolución” hace un recorrido lógico a través de la historia. Buscan para la toná a un cantaor con solera, Antonio Colarao. Para el final de esta pieza aparece Luis de Luis con su baile desnudo y preciso, que hilvana con la soleá por bulerías que cantan Rudi de la Vega y Juan Ángel Tirado (magnífico en los tangos). Buenos también los tocadores César Cubero y David Carmona. Seguidamente se encadenan bamberas, alegrías y jaleos, que bailan correctamente Eva Esquivel, Vanessa Vargas y Kika Quesada respectivamente. Bailaoras que apuntan los primeros compases de los tientos-tangos que aborda Patricia Guerrero, la estrella de la noche.
La sola presencia de Patricia ha elevado varios enteros la valoración de este espectáculo. La joven bailaora albaicinera presenta un baile maduro, lleno de guiños a las bailaoras de antes, a los bailaores de siempre. Su lenguaje empieza a ser muy personal y las muchas horas que le dedica a los ensayos están dando sus frutos.
La “Evolución” acaba con un poco de fusión. A los flamencos se les une un piano eléctrico, un violín y un bajo, para ofrecernos un flamenco jazz al estilo de Corea o de Domínguez. Y un poquito por bulerías para cerrar la noche.
3 comentarios
volandovengo -
Irene - de villaviciosa de odon -
mk -
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