Te compraría en Graná la cueva La Canastera
VII Festival de Otoño de Granada 2006
La noche del martes dio comienzo oficial el reconocimiento que el VII Festival de Otoño dedica al flamenco tradicional sacromontano. “Homenaje a las Zambras de Granada” quiere acercar la zambra desde su ubicación en el Camino del Monte hasta el corazón de la ciudad para que todos los granadinos podamos gozar de un espectáculo auténtico que, malamente, concebimos exclusivamente para extranjeros.
Todos los flamencos llegan a una conclusión a la hora de definir su arte o en el momento de imponerse una meta. Y esta conclusión es sencillamente cargarse de verdad, ofrecer el flamenco sin dobleces ni ambages. Ser puro, en definitiva. El Sacromonte, la cueva, la zambra, en general, no se plantea ese objetivo, puesto que lo posee innato.
La zambra que representa el ceremonial de la boda gitana, se representa como espectáculo desde el siglo XIX. Son una serie de cantes y bailes bien definidos que, con algunas variaciones, siguen un mismo esquema. Así, con la Zambra de María La Canastera, comenzamos a apreciar la verdad de nuestros flamencos.
Al acercarse la Navidad, nada mejor que brindar con un villancico y una copita de aguardiente. Lo primero que apreciamos en la zambra es su intervención coral, con protagonismos puntuales. El baile, de dos, de cuatro o de cinco, es simple, corto y repetido; lleno de gracia y de sabor. El ritual propiamente dicho se compone de la alboreá, los tangos de la flor o de falseta, el petaco, la cachucha, los fandangos del Albaicín y la mosca. Entre estos cantes y bailes establecidos pudimos apreciar también alegrías, soleá, bulerías y los imprescindibles tangos de Granada. Con una buena muestra de cante, en el que destacamos la participación de Sara Heredia, de guitarra y sobre todo de baile, siempre enérgico.
Antes de que este grupo “familiar” ocupara el escenario, un joven cantaor granadino, afincado en la ciudad vecina, Josele de Málaga, presentó unos temas claramente acamaronaos. Para todos los que se acercan al genio de la Isla, se le podría recomendar la búsqueda de un camino nuevo puesto que Camarón fue único e inimitable. Así Josele, un artista aún poco hecho, se atrevió con tarantos de Camarón, tangos de Camarón y bulerías de Camarón. Aburrido.
FOTO: Cueva La Canastera (Nono Guirado)
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