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volandovengo

Pantaleón y las visitadoras

Pantaleón y las visitadoras

En un huequito que encontré este fin de semana (mi niño estaba dormido en una siesta reparadora, para despectar más activo que nunca, y quien maneja mi barca había ido con su madre a realizar algunas transacciones comerciales que tienen un doble valor, desfogan y sirven como terapia), estuve disfrutando de la película en deuvedé de "Pantaleón y las visitadoras". Ya he dicho en alguna ocasión que no soy cinéfilo, que el séptimo arte no es una asignatura pendiente, sino una asignatura perdida. Es un tren que he perdido lamentablemente, pero no corro para alcanzarlo. Es más, la mayoría de las películas me parecen largas y, por momentos, aburridas.

O sea, no haré una crítica de la cinta que vi, porque no tengo conocimiento ni perspectiva ni criterio para juzgarla. Lo único que sé es cuando un filme me gusta o no, disfruto con él, paso un buen rato o, el cúlmen de mi gozo, me documenta y aprendo algo de camino (aunque imagino que el cine es como los libros, al decir de Henry Miller, "un libro, aunque sea malo, siempre sirve para algo"). También disfruto viendo las versiones cinematográficas de los libros que he leído (y, a veces, viceversa).

De modo que he visto al pobre Pantaleón con su grupo de visitadoras (mucho más tangibles que en el papel) y he disfrutado recordando el delicioso relato de Vargas Llosa, de 1973. El autor peruano-español no es santo de mi devoción como persona e ideólogo, pero me arrebata su pluma. Sobre todo en las novelas locales, es decir, selváticas (de la selva del Amazonas, no salvajes), como ésta que nos ocupa o La casa verde o Lituma en los Andes...

No sé si es buena película, repito, pero volveré a verla cuando me relea la ingeniosa novela que, además, está escrita de forma curiosa: con desordenados flashes espacio-temporales que le dan un gran atractivo y un delicado sabor, que creo haber adivinado también en la obra de Francisco Lombardi.

Sobresalientes son los informes del capitán Pantaleón, magnífico el argumento-guión, en el que parece que participó también el polifacético Mario (que si seguimos tirando del hilo, seguro que tiene también algo que ver con la novela de Delives), delirantes algunas escenas e inmejorable el trasfondo erótico embrutecido que recorre el opus textual (en el edición que yo tengo hay un ejemplo de bestialismo en la página 11), exacerbado por la presencia de la exuberante Angie Cepeda.

En esta versión de 2000 (pues me he enterado que existe otra de 1975 co-dirigido por el mismo Vargas Llosa), trabaja también una correcta Pilar Bardem, en el reconocible papel de Chuchupe, la madame de las fluviales meretrices.

6 comentarios

volandovengo -

Estimado Jeisson, por más vueltas que le doy, no comprendo su comentario.

jeisson -

no encontre nada

volandovengo -

No, en la continuidad de la letra no había pensado, tan sólo en la fuerza y la razón de esa frase. Gracias Joven Llanos por facilitarnos la canción entera de Remedios Amaya, reina gitana donde las haya.

joven llanos -

Me llamó la atención igual que a lauzier esta frase y me arrancó una sonrisa, pero busqué la letra al completo, espero que no sea su situación y que sigamos sonriendo, pues me alegra usted muchos días vacíos con su expresividad.

Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva me lleva?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva, que allí me lleva?

Las trenzas de tu madre, anda y dime quién
Que dime quién se las peina, dime quién
Que dime quién se las peina
Voy a pedirle que me trence, anda y sí
Tu cabeza, mi cabeza, anda y sí
Tu cabeza, mi cabeza
Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy

¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva me lleva?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva, que allí me lleva?

El verde de tus ojos verdes, mírame
Que mira que yo te mire, mírame
Que mira que yo te mire
El verde como cualquier verde, mírame
Que es verde que me persigue, mírame
Que es verde que me persigue
Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy

¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva me lleva?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca que a la deriva, que allí me lleva?

Por mucho que tú me pidas, yo te lo doy

¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?

¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?
¡Ay!, ¿quién maneja mi barca, quién, que a la deriva me lleva, quién?

volandovengo -

Tu comentario hará que mi día sea también bueno (además, estoy oyendo a Guns and Roses, que siempre ayuda).

lauzier -

lo de quien maneja mi barca es de lo mejor, mejor, mejor que he leído en mucho tiempo. Qué buen día voy a tener. Un fuerte fuerte abrazo.