Blogia
volandovengo

Efemérides

Efemérides

Desde siempre se han celebrado los cumpleaños, esto es, el aniversario del día que nacimos. Aunque hay quien se inclina a celebrar la onomástica, o sea, el día del calendario dedicado al santo varón (o la pía dama) con el que coincide nuestro nombre. Normalmente se festejan los dos acontecimientos, además de otros aniversarios (el día del casamiento o el de la jubilación). También celebramos otros días tradicionales o autoimpuestos, como el día del padre, el día de los difuntos, la horterada sin par del día de los enamorados...

Tenemos otras efemérides sociales que cada uno lo celebra a su manera, si es que incide en ellos, si no le importa un carajo (que todo puede ser), como el día del árbol, el día de la banderita, el día del orgullo gay, el día del maestro o el día del trabajo.

Destacan otros aniversarios, casi siempre oficiales, casi siempre con connotaciones ideológicas: el nacimiento o la muerte (¿?) de tal personaje (a los que a veces se les suele dedicar el año entero, para más amarlo o para odiarlo de por vida).

Desde hace un tiempo, sin embargo, se viene celebrando la negación, o sea, el no. Un ejemplo vale más que mil palabras (aunque el ejemplo conste de un puñado de palabras). El sábado pasado, 25 de noviembre, fue el día sin compras. También reconocemos el día sin coches o el día sin tabaco (que algunos celebran comprando compulsivamente, conduciendo más que nunca o fumando como empedernidos, respectivamente).

Pues yo ayer, sin ir más lejos, celebré mi particular día sin ordenador. No me lo propuse, surgió así. Toda la mañana estuve en la calle, incluso comí fuera, y toda la tarde se la dediqué a mi hijo, pintando, haciendo torres con tacos de madera, jugando a los piratas, viendo una película, bañándolo, dandole de cenar, haciéndole el biberon y durmiéndolo.

Esta mañana, el doble de trabajo me esperaba aquí, en el zulo donde tengo el ordenador, y al blog ayer no le di entrada alguna, pero mereció la pena. Quizá vuelva a intentarlo (esta vez sin anestesia).

5 comentarios

volandovengo -

Lo malo es que sarna con gusto no pica.

lauzier -

Qué delicia de día; tengo que probar eso porque de un tiempo a esta parte esto de la pantalla es horroroso, es un vicio que hay que saber controlar, abandonar, etc.

Hueso -

Pero hay algo más útil que las cosas absolutamente inútiles? Por ejemplo, la poesía. Un dos tres, responda otra vez: la poesía...

volandovengo -

No escribía del libro en concreto, pues éste sólo me sirvió de ilustración. Pero, como dices Hueso, esas banalidades gustan aunque sean para incrementar nuestra panorámica de inutilidades.

Hueso -

Sé que todas esas cosas son banalidades, como las listas, los Top Ten, los G5, etcétera. Pero me encantan. Me haré con el joío tocho ése. Fijo.