Febrerillo loco
Amanece esta mañana con una copiosa y constante lluvia. Ayer, nublado, pero estable. Anteayer despejado y con un sol primaveral, casi de justicia cuando el cuerpo aún soporta ropajes invernales. Estos brotes imprevistos de calor acaban conmigo. Tengo la tensión baja, como saben algunos, y las primeras subidas de temperatura me desarman, me aplatanan, lentifican mi devenir, que ya de por sí es lento, hasta extremos alarmantes.
Y así estamos, con el sistema margarita: un día bueno, el otro no; ahora sí, ahora no (como los intermitentes del coche).
Ya lo dice nuestro refranero: Febrero, ¡vaya un mes puñetero! o Febrero, mes fullero o En febrero, un rato al sol y otro al humero o Nieve en febrero, buena si es a primeros o Cuando no llueve en febrero, tiene el año mal tempero o Para febrero, guarda leña en tu leñero o Agua de febrero, mejor que la de enero o La flor de febrero no llega al frutero o Avena de febrero, llena el granero o El mes de febrero lo inventó un casero o Febrero cebadero o Febrero, siete capas y un sombrero...
Los pueblos son sabios, nuestros dichos veraces. Hagámosle caso antes que el adebacle del cambio climático cambie también nuestra experiencia. Es como si nos quitaran lo bailado.
5 comentarios
irolis -
volandovengo -
Seguiré hablando de los meses.
Hueso -
lauzier -
bukanero -
Bienhallado otra vez Jorge, y que siga lloviendo.