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volandovengo

Las señas de identidad de Iván Vargas

Las señas de  identidad de Iván Vargas

Los Veranos del Corral. IX Muestra de Andaluza Flamenco

 

Hacía tiempo que este joven bailaor granadino, del círculo de la Cueva de La Rocío, demandaba una oportunidad como ésta para expresarse en solitario. Hacía tiempo que sus seguidores esperaban verlo solo en un escenario, apreciarlo como protagonista. Y, con un resultado notable, se puede decir que no ha desperdiciado la confianza que se le ha dado. Ahora, a crecer a partir del 2 de agosto de 2007. Aunque previsible, Iván Vargas es un bailaor de fuerza y raíz. Es puro desde arriba hasta abajo. Pero necesita abandonar el nido y volar ante otros horizontes, que le abran nuevos sentimientos, que le hablen con lenguajes diferentes. Lo más importante, que es la cuna y la capacidad, las reúne. Tiene vista, como sus mayores, lo que necesita es visión. El pan para hoy se acaba. Es mejor saber pescar que tener pescado.

 

Iván comienza su entrega por tarantos. No hay vuelta de hoja. Es su baile. Tiene el sello Maya. Rebosa energía y ganas. Aunque más moderado que de costumbre, sus finales se alargan, sus desplantes sobran. Su baile más redondo fueron las farrucas, que abordó con traje corto y colorado. A semejanza de Manolete, va hilvanando con su zapateado y con los brazos este gran momento. Las alegrías, preñadas de abandolaos, con que termina son igualmente conocidas. El punto de distinción lo marca su traje de chaqueta blanco, tan sólo mancillado por un pañuelo beis con lunares blancos al cuello. A estas alturas ya ha vencido su tensión. Con un público incondicional, con su público, se siente respaldado, a gusto, cómplice. Sonríe sinceramente, gesto que valoro en un bailaor, y se deja llevar por la danza, por el soniquete de la música. Es la pieza que interpreta con más soltura. Pero, repito, necesitaría soltar lastre y conocer las propuestas actuales de flamencos reconocidos. El cuadro que lo arropa, Rafaela Gómez, Johny Cortés y Eli Heredia al cante y Rafalín Habichuela y Emilio Maya a la guitarra, son correctos sin alardes, destacando en momentos puntuales y el cante a dos voces. Para terminar, como en pocas ocasiones ya se ve, se organizó una improvisada fiesta familiar por bulerías, en la que fueron invitados a darse sus “pataíllas” el mismo Manolete, presente en el patio, Juan Andrés Maya, que no dejó de apoyar a Iván desde el principio con sus palmas y con jaleos, y un puñado de niñas entre las que destacaba el valor en alza de Alba Heredia y una chiquilla de apenas cinco años con gracia y arte para regalar.

2 comentarios

volandovengo -

Encarna, me refiero a que ha bailado solo por primera vez en un escenario de reconocido prestigio y con peso suficiente para impulsarlo el resto de su carrera. Lo único que tiene que hacer Iván es depurarse. Si a ti te gusta así y él está de acuerdo, pues que siga (o se estanque) en ese camino. Un artista debe aprender de todos y de nadie, tiene que ver, tiene que estudiar... Es como el vino, que no basta con que lo "dé la tierra". Yo también espero en que coincidamos en más de una ocasión.

encarna -

hola siento decirte k no estoy de acuerdo otra vez contigo,Ivan ha bailado mas veces solo.en la chumbera en el museo arkeologico etc etc y baila genial y esta aprendiendo de unos grandes maestros como su tio aunke el tiene su estilo propio asi k de soltar lastre nada y no se ke llamas propuestas de flamenco reconocidas pero si te refieres a los bailarines estos modernos ke hacen esas cosas tan raras tan inespresivos k no transmiten nada k no te hacen sentir No k mi Ivan siga con su flamenco puro dolio k eso es lo k nos gusta k siga aprendiendo de su tio pero con su sello y na mas y va a triunfar porke lo k vale vale y lo otro llamalo como kieras danza moderna contemporanea lo k kieras pero flamenco no es pero si ni sikiera sudan del poco esfuerzo k hacen parecen azcionmam jajaja un bezo espero estar alguna vez de acuerdo contigo