Nueve ganadores
I Concurso de Jóvenes Flamencos. Final
La suerte es caprichosa. En el año Darwin en que estamos aúno mis comentarios a la actual tendencia de los neodarwinistas. Para estos, no siempre sobreviven los más aptos, como dictaba su padre evolutivo. Otro factor indispensable se adjuntaba en el origen de las especies. Este elemento era la suerte. No basta con ser el mejor depredador o el mejor corredor para huir de su verdugo, sino que tenías que tener ese granito de fortuna para hallar comida, por ejemplo, o no partirte una pata o no quedar atrapado en el barro o no quedar inutilizado por puro viejo. No quiero decir con esto que los premios son una lotería. Ni mucho menos. Nada más allá de mi intención. A lo que me refiero es a que las cartas se reparten y son bastantes los elementos que entran en juego.
El primer ítem a tener en cuenta, quizás el más importante, es el momento, la muestra específica del día de la actuación. Cuestiones como el estado de ánimo, la entereza física, la sensibilidad del instante, el sonido, la concentración, el poder de trasmitir… Todo eso influye en un jurado que pretende ser objetivo, que no evalúa una trayectoria, sino exclusivamente ese momento. Los analistas ven las cartas boca arriba y señalan la más alta.
Influye también la preparación, el ambiente, el público, el cuadro que nos rodea, en su caso… hay tantas cosas. Pero los premios así son. El tiempo, sin embargo, es el único juez válido. Pasados unos años, el tiempo da la razón a un artista, a un jurado, a un momento.
Así, dejándonos de más preámbulos, destacaremos en un principio el buen nivel de los participantes en la final del Primer Concurso de Jóvenes Flamencos, organizado por la Diputación en la provincia de Granada, dentro de su “Universo Flamenco”, que se realizó en Cullar Vega. No es un tópico decir que el concurso estuvo muy reñido, sobre todo en la modalidad de cante y guitarra.
En baile, por unanimidad, el premio recayó en Lucía de Miguel. No sólo por su actuación equilibrada y coherente, sino por su proyección artística. Sus competidores fueron Almudena Romero y Andrés Jiménez. En guitarra, como ya hemos dicho, el galardón estuvo más ajustado. José Fernández, con un toque limpio y muy flamenco destacó entre Josele de la Rosa y el jovencísimo José Luis Campos. En el cante, el resultado más difícil y discutido, el reconocimiento fue para la más veterana, Esther Crisol, con vidalita y tangos. Cualquiera de los dos finalistas que quedaron fuera podrían igualmente ser los vencedores. Iván Vílchez ‘El Centenillo’ destacó sobre todo con sus tangos. Ana Mochón, la más joven y sin duda la más aplaudida de la noche, entregó sin fisuras unas granaínas y unas seguiriyas para el recuerdo.
El futuro flamenco en Granada, con jóvenes como estos, y los que han pasado por las semifinales, y los que no se han presentado por los motivos que sea, está asegurado.
* Esther Crisol, foto de archivo (© Nono Guirado).
8 comentarios
volandovengo -
La preparación, siendo un guitarrista que aspira a ser profesional, no le viene mal para futuros encuentros.
El tiempo lo pondrá todo en su sitio, ya veréis.
Todos los "integrantes de volandovengo" soy yo solo. Muchas gracias por tu fidelidad a esta página.
rosa -
volandovengo -
Gracias por tu aliento y el apoyo a este blog.
rosa -
volandovengo -
Muchas gracias, Rosa, por apreciar la labor casi diaria de volandovengo.
rosa -
rosa -
jose -