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Poesía popular

Poesía popular

Lo mejor que le puede pasar a un poema es que deje de pertenecerte.

A raíz de la publicación de un fandango en este mismo blog, Juan, Raúl, Enrique, me advirtieron: "ése ya mismo te lo roban y empiezan a cantarlo por ahí". Yo respondí que ojalá. No hay nada mejor que encontrar tus versos en una grabación o un cancionero bajo el epígrafe de ’popular’. No de ’anónimo’, que tiene un regusto intelectualoide un tanto casposo, sino de ’popular’, ese calificativo liberal con que la derecha española, sin mucha enjundia, ha apellidado a su partido.

Creo que ya he contado alguna vez que, estando en la presentación del disco de Juan Pinilla, sentado con Juan de Loxa, después de escuchar unas alegrías, que rezaban: "pan y trabajo, pan y trabajo, siempre se escapa el tiro pa los de abajo", me dijo "mira que gracioso, esa letrilla es mía".

Y, sin darle mayor importancia, me recitó cómo seguía: "Qué mala pata, qué mala pata, no se escapara el tiro por la culata".

Muchos versos, muchas letrillas, las conocemos, las conoce el pueblo sin conocer su autoría. El flamenco está lleno de poesía popular. De pensamientos, que son pura filosofía vital, que son la esencia de la vida. Como alguien canta su pena, su dolor y su amor, a veces, no hay poeta que lo iguale.

Son historias, de una fuerza incomparable, en un puñado de versos.

Por cantiñas se puede escuchar: "Pregúntale al platero que cuánto vale, grabar en tus zarcillos mis iniciales".

O, por soleá (nos lo recordaba hace unos años Félix Grande en La Platería): "En la torre está el reloj, el mochuelo en el olivo y en mi corazón la pena; cada cosa está en su sitio".

3 comentarios

Miguel Ángel González -

Se cuenta que Manuel Machado paseaba un día por una calle de Sevilla, cuando escuchó cantar cierta copla flamenca, de las muchas (y acertadas, dicho sea de paso) por él compuestas. Acercose al grupo de cantaores y tocaores y se dirigió a ellos en estos términos: "Amigos, soy muy aficionado al cante de toda la vida y, sin embargo, no recuerdo haber oído cantar nunca esa letra última letra que aquí se ha escuchado. ¿Podrían decirme ustedes de quién es?"

Con toda seriedad (nada más lejos de su intención que embromar al julay), por completo convencidos de lo que decían, sencillamente porque así lo sentían, como algo propio, los reunidos le contestaron: "¡Uf! ¡Cualquiera sabe! Esa letra es nuestra, de los flamencos. Esa letra se ha cantado siempre."

A propósito, creo que fue el propio Manuel Machado el que escribió:

"Hasta que las canta el pueblo
las coplas coplas no son,
y cuando el pueblo las canta
ya nadie sabe su autor."


volandovengo -

A eso me refiero, Raúl. Mis mayores recitan a Rubén Dario o a los hermanos Machado sin saber de quien se trata. Dicen que hay un dicho...

Raul Comba Rodriguez -

En el flamenco se da el caso de oír cantar en una fiesta familiar (bautizo - boda) a poetas como San Juan de la Cruz o Lorca, sin que las personas que participan tengan conciencia sobre los autores. Reproducen estos cantes después de interiorizarlos oyéndolos en cantaores como Camarón o Morente.