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volandovengo

Una asociación granadina para el flamenco

Una asociación granadina para el flamenco

Granada, lo repito siempre, es la única ciudad andaluza donde se puede escuchar-ver flamenco de calidad a diario. Son muchos los interesados en este tema. Aunque las energías a veces se diluyen por falta de entendimiento, por falta de medios o, más increíble, por falta de conocimiento.

Las instituciones quieren colgarse medallas sin perder el control. Apuestan sobre seguro. Apoyan siempre a los mismos. Tira cada una para un lado que, como en el Círculo de tiza de Brecht, tememos que la tensión termine por resquebrajar lo poco que nos queda.

(Me gustaría hacer balance, tan sólo de lo que llevamos de siglo, con los logros y los fracasos del flamenco en Granada, pero ni es el momento ni quiero fulminar algunas esperanzas que aún florecen.)

Las Asociaciones, las Peñas, los particulares interesados hacen lo que pueden, pero necesitan apoyo.

La Junta de Andalucía es Sevilla y sus tentáculos. El flamenco que nos ofrecen es impuesto, mediático, de calderilla...

¿Para cuándo una "Oficina de Flamenco" en Granada? ¿Para cuándo un lugar estable y permanente en nuestra ciudad, apoyado por todos los que apuestan por la cultura endógena, aunque no chovinista?

Una Oficina de Flamenco o como queramos llamarlo (el nombre es lo de menos) es necesaria para aunar voluntades y concentrar energías, para hacer balance de lo que se ha hecho, de lo que se está haciendo y de lo que queda por hacer, para gestionar los recursos tanto humanos como económicos, para reunir a todos los flamencos de la provincia (músicos, técnicos, promotores, aficionados...) y velar por sus intereses, para mantener un registro de actividades, logros y triunfos, para salvaguardar al flamenco del intrusismo y del, cada vez más habitual, todo vale, para poner, en definitiva, a la ciudad de Granada en el sitio que le corresponde dentro de este arte y que no tengamos que empezar de nuevo todos los años y tener que demostrar día tras día que nosotros también somos, que nosotros, por derecho, ocupamos un puesto privilegiado en el nacimiento, desarrollo y dignificación del flamenco.

Lo malo de los granadinos es eso, que somos granadinos. Y, como tales, nos queremos poco. Y, si no nos queremos dentro, quiénes nos van a querer fuera.

El tópico del profeta en su tierra, en nuestra tierra es radical, a pesar de ser una tierra de creadores. Pero quien quiera hacer algo, sobre todo en flamenco, tiene que salir fuera. Una vez que ha triunfado, eso sí, puede entrar por la puerta grande y salir a hombros (porque se vuelve a ir), (y, si no, al tiempo). Granada, por desgracia, es una bella ciudad para soñar y para ir muriendo poco a poco de nostalgia.

Para fuera, para el resto de Andalucía, el flamenco es occidental. Granada es un local de ensayo, donde falta pellizco, compás y gracia. Incluso, para los demás, los nuevos caminos del flamenco no se entienden en la ciudad mora. Es hora de demostrar docta y documentalmente lo equivocados que están.

Granada también es cuna y parque de recreo. Granada actualmente es punta de lanza en la vanguardia del flamenco. En Granada se hace un flamenco coherente y de calidad, un flamenco que trasmite y trasciende. En Granada no hace cualquiera compás, como pasa por ejemplo en Jerez, pero mantiene quizá los nombres más importantes del flamencode hoy, que no necesito recordar.

Hablar de los Morente, de los Habichela, de los Heredia, de Yerbabuena, de Liñán, de La Moneta, de Pinilla y de tantos jóvenes y mayores que dicen tanto en el flamenco no es moco de pavo. Y la historia, si la dejamos en paz y no pisoteamos sus yemas, nos dará la razón.

Yo estoy dispuesto. Mi lanza ya está rota. ¿Alguién más se apunta?

* Perdonen por el tópico de la foto.

3 comentarios

volandovengo -

Tienes razón, Raúl, son demasiadas las ausencias. No ha sido por desconocimiento o negligencia. En una relación a vuelapluma, eso es lo que pasa, recuerdas los que aparecen en la instantánea de tu cabeza. Ahora pienso en cien más.
Recuerdo bien tu discurso, Isidoro. Todos somos conscientes y, diría más, responsables. Los artistas, como dices, son los primeros que se tienen que implicar, pues son ellos los principales protagonistas de la serie.

Isidoro -

Está bien... y coincidimos.
Recuerdo unas notas mías del día 3 de julio pasado en el I Encuentro Provincial de Peñas Flamencas Granadinas:
Granada, tan impasible, tan ajena a todo, tan coformista, a veces pueblerina, tan cerrada.
Y si embargo Granada, cuna de Ángel Barrios, de Federico,... hogar de Manuel de Falla...
Francisco Ayala, uno de los intelectuales más lúcidos que pueden parir las letras, sociólogo, articulista, catedrático, escritor, maestro de la lengua y su sentido de la vida... granadino.
A Granada le cuesta, será por eso que cuando algún paisano destaca es porque tiene mucho talento.
../..
Y ahora la segunda parte: aquí estamos para "remediar" esa situación, pero Granada tiene que querer también. Empecemos por los propios artistas, ¿por qué no se implican ellos? ¿por qué esperan a que toquen a su puerta? Sin ellos no se puede hacer nada, garantizado.
No sé..., es una reflexión.

Raul Comba Rodriguez -

Me parece muy bien todo lo que planteas. Solo un apunte, me gustaría que cuando escribes y pones nombres no temieras extenderte y incluyeras entres los que nombras (todos de mucho merito) a Manuel Osuna, Nene de Santa Fe, El Polaco, Morenito, Antonio Campos...