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volandovengo

La madurez de una idea

La madurez de una idea

De entre la luna y los hombres

No soy imparcial, confieso. Escribo desde la pasión. Pero quien esté libre de emociones que tire la primera piedra.

¿Cómo la luna plena, enorme en la noche, puede estar más llena? ¿Cómo a un vaso que rebosa, de gotas hasta el borde, le puede entrar más agua? ¿Cómo el grito supremo, que ahoga el mundo, puede expandirse hasta el huracán?

La Moneta. De entre la luna y los hombres, ese proyecto concreto, comprometido y hermoso. De una belleza minimalista, casi fría, si no fuera por el calor extremo que trasmite la bailaora. El negro y el blanco se dan cita. Y el rojo, como una gota de sangre, el dolor de la represión, las lágrimas de una mujer en un momento, que son todas las mujeres durante siglos.

La voz en off de Jaime Heredia, cantando a capela las bulerías desgarradas de Luis de la Pica, abre el telón. Ella, en sus trapos, descalza, sueña otra vida. Por malagueñas escapa de su cuerpo y es reina por una noche. Se desmelena con los abandolaos. No esconde nada. Calza sus tacones e interactúa con el espacio. Sus pies son tremendos, sus manos son tremendas, sus ojos son tremendos, su silencio es tremendo. No sólo habla la música y el baile, también canta el pensamiento.

Perdedora es una guajira que baila con abanico. Su desnudez se cubre con un solo abanico. “Sabes a beso frío”, retumba el verso de Ángeles Mora en un principio, mientras La Moneta emprende el vuelo. La música, el armazón rítmico, elaborado por Miguel Iglesias, es una de las claves de este espectáculo. El bajo eléctrico, en esta guajira y en otros momentos, tañido por Paco Iglesias, añade una profundidad y un contrapunto agradecidos.

La percusión de José Carrasco es tan respetuosa que pasa desapercibida. Los palmeros, ‘El Eléctrico’ y ‘Torombo’, con dos o tres más, son los mejores. La calidez de su compás es un latido permanente, el corazón de la noche.

La taranta De entre la luna y los hombres, da nombre al espectáculo. Poetiza Teresa Gómez: “y la pasión florece en mis caderas / donde la luna guarda / el sueño de los hombres”, que, en la voz de Eva Durán, llegan a doler. El sentimiento se escribe con letras mayúsculas. La Moneta desafía a sus ancestros.

Una introducción musical de Miguel aguarda una nueva aparición, un nuevo sueño. La bailaora, vestida de pantalón y chaqueta corta, aunque muy femeninos, entrecruza los géneros. Baila con malicia y desespero, con angustia y rabia. Pero, cuando sonríe, derrumba cualquier defensa.

A solas es un momento virtual donde ella se enfrenta a sí misma. La interesante duplicidad esconde la clave para comprender la obra. Un momento vital que puede que fuera lo más disonante por cuestiones técnicas. La Moneta de la izquierda quiere volar. La Moneta de la derecha se conforma tragándose su orgullo. Cuando la realidad triplica la ficción, por suerte, de momento, gana La Moneta activa.

El reposo, el tempo, la complicidad con la soleá es absoluta. Faltan palabras para definir la sensibilidad y la fuerza, el silencio y la estridencia, la quietud y el vértigo.

Para terminar, Paco, con su guitarra, entona una creación muy flamenca. La tela roja adquiere protagonismo. Fuensanta aparece con un vestido de cola, del mismo rojo que la tela que cuelga, del mismo dolor que la tela que arrastra. La Moneta maneja la bata de cola a voluntad. Estamos contemplando a una bailaora completa.

El sueño es lo que vemos. El vídeo hace de nuevo aparición como una nueva realidad. En camisón nuevamente, envuelta en sus trapos, cruza la pierna sobre una sábana, como si fuera la bata de cola, como si espejeara con la figura de carne y hueso.

Si la granadina es grande por soleá, es igual o más grande por seguiriyas. “Flor que se abre como una loba”, canta Eva, como conclusión a todo un concepto, toda una idea que ha evolucionado de manera indecible desde que fue estrenada.

Las seguiriyas son las señas de identidad de La Moneta. Con ellas empezó a tener un lenguaje propio, con ellas nos convenció, con ellas cierra un espectáculo verdaderamente esférico.

* La Moneta en un momento del espectáculo (© Nono Guirado).

2 comentarios

volandovengo -

Me he quedado corto, creo.
Se ha grabado en vídeo. Me imagino que muy pronto estará a disposición del aficionado.

Mario -

Menudo texto te has sacao, ya quiero ver el espectáculo