Solomillo de ternera Soraya
Uno de los platos preferidos de la cautiva Isabel de Solís era de la ternera el selecto solomillo, que lo acostumbraba a tomar tan sólo asado en su propio jugo o en manteca, según la bárbara costumbre castellana, hasta que, al contraer matrimonio forzado (al menos en un principio) con Abul Hassán y pasar a llamarse Soraya, Lucero del Alba, descubrió, no sólo la exquisitez del aceite de oliva, sino también el sabor agridulce y el poder calórico que le aportaban la miel y los dátiles de sus refinados captores.
* Torre de la cautiva de la Alhambra.
0 comentarios