Ajo blanco
Abd al-Rahman III, después de poblar las inmediaciones de Madinat al-Zahira con cientos de almendros para que, cuando estuvieran en flor, recordaran a la bella Zhara las perpetuas nieves de Sierra Nevada, se hizo acompañar desde Granada de uno de los nobles ayudantes de cocina de palacio, para que le hiciese, en las comidas estivales el exclusivo néctar blanco, conocido como ajo-blanco. Su secreto, que pronto empezó a circular por todo el califato, consistía en entremezclar una almendra amarga entre tantas de buen sabor, para que le diera el contrapunto de la delicia. Este cocinero, además, para intensificar el gusto y la textura, hacía nadar en el caldo algunas uvas blancas bien peladas y deshuesadas.
* TEXTO perteneciente a: "Anecdotario apócrifo de recetas andalusíes".
** FOTO: Ruinas de Medina Azahara (© Diputación de Córdoba).
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