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La esencia de Granada

La esencia de Granada

De cobre y lunares

Estamos de suerte, en poco menos de un mes, por nuestros escenarios, ha pasado lo más granado del baile flamenco en nuestra tierra. Ya disfrutamos del baile sin igual de La Moneta, de la bella evolución de Patricia Guerrero y ahora de la esencia de Ana Calí y de su apuesta por la tradición.

El lunes, como viene siendo costumbre en el teatro Alhambra, pudimos contemplar el baile destilado de esta motrileña. Ana es una corredora de fondo, que se auto exige sin hacer ruido. Los momentos inseguros, el amor al terruño y sobre todo la falta de oportunidad la han mantenido en un segundo plano, siendo cabeza de ratón en un corpus local tan aplaudido como cerrado.

Su espaldarazo, el terrón de azúcar, llega después del esfuerzo y la constancia de manos de la Junta y el ciclo Flamenco Viene del Sur. Lástima que sólo tenga una función en Granada. Lástima que fuera de nuestras fronteras no puedan ver lo que esta bailaora encierra.

De cobre y lunares es un espectáculo eminentemente granadino que ya se estrenó en el Museo-Cuevas del Sacromonte. Su deseo es rescatar los bailes tradicionales de nuestra tierra tal y como se hacían en la primera mitad de siglo en las cuevas de Valparaíso.

El baile granadino se caracteriza por la fuerza. La brusquedad en sus movimientos encierra un punto de sensualidad explícita y un tinte racial semi hipnótico. La riqueza de sus formas, cantada por los viajeros desde el siglo XVIII, es un tácito patrimonio digno de ser conservado.

La función empieza con un vídeo con imágenes en blanco y negro de aquél entonces, cuando en el barrio se vivía para la danza, que se dice que las gitanas ni se desvestían para estar preparadas con sus volantes, llegado el momento. Incluso, antes de comenzar, se escuchan unas voces, como debieron ser, alertando la faena.

A partir de aquí se desarrolla un todo continuo con los bailes típicos que, aunque son manifestaciones corales, con varias bailaoras, Ana los reproduce individualmente, concentrados como perfume en pequeño frasco.

La cachucha es el baile típico con el que comienzan las zambras sacromontanas, es decir, el ceremonial de la boda gitana. Su somática alegría desemboca en los tangos del Camino, los incombustibles tangos de Granada, con ese dejillo moro característico. Enrique Morente ha entrado a formar parte de nuestro acervo flamenco. Es difícil que se escuchen tangos sin que sus composiciones aparezcan.

Hay que destacar la eficiente labor de Alfredo Mesa a la guitarra y de su seriedad creativa; y de los cantaores Sergio Gómez ‘El Colorao’ e Iván Centenillo. Precisamente Sergio nos regala una granaína y media llena de color.

En la soleá de Graná se ve a una bailaora más suelta, dominando por fin los nervios iniciales y convenciendo con cada uno de sus desplantes. Rigurosamente de negro, Calí va trasmitiendo todo el sentimiento de esta pieza.

El escenario es parco y la ausencia de luz incide en su pobreza. La fiesta, que se supone envuelve esta manifestación, a veces supone un sobreesfuerzo. Sobreesfuerzo que tanto la bailaora como sus músicos realizan.

Iván se encarga, con gracia y dominio, de interpretar los tangos del Petaco. Unos tangos comúnmente bailados con una cadencia lenta y picarona que en este caso son sólo cantados, aproximándose en su ecuador a los tanguillos típicos que enriquecen este cante.

Dos interludios de la guitarra española de Rafael de la Rosa y de la bandurria de Fernando de la Rosa, que actúan como fiel acompañamiento de toda la obra, aunque de impecable ejecución, cortan el ritmo de la propuesta completa.

En la zambra, con su concesión a la variedad de tangos granadinos, ya admiramos a una bailaora desenfrenada y consciente; reflejo exacto de todas las bailaoras que le han precedido. Ni un detalle le falta a su figura ni a sus movimientos. El compás de ‘El Cheyenne’ y de ‘El Moreno’ son imprescindibles.

Otro cante típico de Granada son los fandangos del Albaicín, un cante valiente que requiere el control y la garganta del ejecutante. Es agradable escuchar estos fandangos cuando suenan por derecho.

Las alegrías, aunque típicas de Cádiz, como sabemos, no pueden faltar en la fiesta granadina. De blanco y repartiendo flores y sonrisas, Ana triunfa indubitablemente. Habrá un antes y un después en su carrera a partir del 8 de abril de 2013.

Como fin de fiestas, la mosca, que suele cerrar el ceremonial de la zambra, es interpretada con todos de pie, en boca de escenario, rodeando a la protagonista. La mosca es una danza llena de picardía, que Ana reproduce castamente, pero que insinúa lo que todos sabemos.

Los aplausos y la satisfacción de la redondez, sin apenas aristas, convencen de la calidad de una artista que siempre ha estado entre nosotros.

 * Foto de Antonio Conde©.

 

16 comentarios

volandovengo -

Espero que no trascienda más. Reconozco las buenas intenciones de todos los que me comentáis. Y lamento los malos entendidos.

Porras -

Antonio, a lo que me refería de que usted no tiene ni idea, y así lo especifico es sobre lo que yo hago o no, o pienso o dejo de pensar, relea usted mi comentario: "Hace afirmaciones categóricas e indudablemente ofensivas acerca de cosas de las que no tiene ni idea ¿Usted qué sabe lo que yo me creo o no? ", de ahí lo de sabeor pues dice usted que "Pero luego se creerá usted seguro todo lo que digan en tv y en internet a pies juntillas..."
Eso sí, en adelante formularé mis cuestiones de forma que no den pie a ninguna duda. Ni pretendía faltar el respeto a usted ni mucho menos al autor de este blog, ni a ningún crítico. Puede usted creer que realmente me pregunté la finalidad de una crítica en cualquier terreno artístico y quise preguntar a quien mejor lo sabe, un crítico.
Revise usted también sus afirmaciones, ya lo hizo con el Sr. Uno, asevera usted cosas que desconoce en relación a las personas que escribimos aquí y no en tono positivo precisamente y eso sí que puede ser ofensivo.
Un saludo.

Antonio -

Sr porras:
si usted pregunta en un blog donde se escribe critica flamenca, si es necesario un crítico es porque sabe que detrás hay un critico flamenco. No creo que usted necesite informarse sobre si son necesarios los criticos. Doy por hecho que ya lo sabe. Por lo que su pregunta en un blog de un crítico flamenco podría hasta resultar ofensiva. Entienda usted que su pregunta pueda ofender al sr que hay detrás del blog y a otros aficionados que conocen la labor del critico y que la respetan. Mis afirmaciones no llevan la intención de 'sabeor' como usted dice, sino explicar y defender una profesión muy denostada. invito a cualquiera (y a usted) a un espectáculo a que haga una critica y la publique en mi blog, y asuma las criticas que le pudieran hacer de forma digna. Norrmalmente nos aventuramos a criticar al critico sin valorar muchos detalles. Y tras su pregunta, todo parecía indicar que usted iba por ese camino. Si no es asi, le ruego me disculpe, no fue mi intención atacar, pero le sugiero que formule sus preguntas de una manera que no parezca asi de intencionada.
Por otro lado le agradezco que afirme que hablo de cosas de las que no tengo ni idea. Esa afirmación categórica y ofensiava (como usted ha dicho) me hace ver que usted es el que realmente sabe, por lo tanto es usted el gran 'sabeor' y no yo.
Saludos

Porras -

Antonio, usted es, como dirían en mi tierra un "sabeor". Hace afirmaciones categóricas e indudablemente ofensivas acerca de cosas de las que no tiene ni idea ¿Usted qué sabe lo que yo me creo o no? Antonio, relájese un poco, que sólo pregunté para informarme, que usted lee más palabras de las que hay, que en ningún momento dije que sirviera o no. Que si usted pregunta para qué sirve un escalpelo no implica que no sirva para nada, faltaría más, sino que uno pregunta porque quiere saber y conocer las opiniones de los demás.

Antonio -

Al sr Porras:
Para qué son necesarios los periodistas?
Para qué son necesarios los periódicos?
Para qué son necesarias las cámaras de tv, la radio?
Para qué es necesario internet?
Sr Porras, son meros informadores, que hacen que gente como usted, cuando no puede acudir a un teatro o informarse de eventos por el motivo que sea, están haciendo un trabajo, un servicio a la sociedad. Un crítico informa, y conforme a sus conocimientos, desarrolla una crítica constructiva del espectáculo que ve y oye, exactamente igual que un periodista. Son profesionales que informan, en definitiva. Es curioso y gracioso que usted cuestione la profesión de crítico, pues esta criticando la labor de un informador, es decir la de cualquier periodista. Da usted por hecho que ninguno de ellos son necesarios. Pero luego se creerá usted seguro todo lo que digan en tv y en internet a pies juntillas...

Porras -

¿Para qué son necesarios los críticos?

volandovengo -

Bueno, esto se está convirtiendo en una batalla dialéctica. Puede que Uno haya dado un parecer que se acerca a la duda. Puede que Antonio, cansado de ese debate, haya sido radical. Estoy con este último no obstante. El crítico debe ser conocedor, no ejecutor. Al igual que el artista que se precie no puede ser crítico en ningún medio público.

Uno -

Señor Antonio, por favor repare usted en mi palabra "creo". En ningun momento he aseverado nada sino planteado una reflexion y ni mucho menos he criticado al crìtico Señor Volandovengo, por favor revise usted mis comentarios y si puede decirme en que lo he criticado que nada mas lejos de mi intencion pediré humildemente disculpas. Respeto profundamente al autor de este blog y sus opiniones, igual que la de cualquiera. Señor Antonio usted afirma con rotundidad, pero disculpeme, se equivoca porque sólo reflexionaba como le dije. Señor Antonio imagino que usted no tiene a nadie como referente pues si no, como yo que sí los tengo, no tendria usted opinion propia. Yo sí la tengo señor, y no dejo de tenerla por escuchar y considerar las opiniones de los demás, sobre todo mis amigos a los que valoro con toda mi alma. Pruebe usted a hacerlo Señor Antonio, no se arrepentirá. Un saludo.

Antonio -

A la atención de 'Uno':
Estimado señor: en primer lugar me sorprende que usted presuponga que un crítico debe de haber sido artista o al menos haberlo intentado. Lo más sorprendente es que no sea su opinión, sino 'la de un amigo que una vez dijo'. En segundo lugar, sorprende que crea que es necesario haber intentado ser artista para criticar a uno de ellos. Entonces yo me pregunto, para criticar a un político, ¿hay que haber sido político o haberlo intentado, sino mi comentario o crítica es menos válida?- La potestad de criticar no está en haber hecho la actividad de la que se critica, sino tener los suficientes conocimientos para poder tener una actitud crítica de ese hecho. Entra usted en una contradicción. Critica usted al crítico. Si según usted (o su amigo, porque usted se guia por los criterios de su amigo, no por los propios) hay que haber pasado por eso o haberlo intentado... ¿Usted o su amigo han sido críticos de flamenco, o al menos lo han intentado? Porque sino, no se que hace criticando al crítico.
Saludos

Uno -

Hombre, se puede hablar sin hacer pero el que mejor sabe de lo que habla es yo creo el que lo ha intentando o hecho porque sabe valorar con mejor medida lo que hacen los demás y lo mismo de música, pintura o poesia o cualquier cosa.

volandovengo -

Por alusiones: en Granada hay y ha habido muy buenos flamencos, lo que pasa es que aquí tienen que demostrar doblemente su valía por no pertenecer al famoso triángulo del cante de Andalucía la Baja. Gamboa, hablando de Morente, decía que hay cantaores que cantan lo que saben y hay otros que saben lo que cantan…
El cante va creciendo, evolucionando. El flamenco es mestizo. Y, al igual que los cantes locales se han arraigado, las formas personales de interpretación también se imponen con un marchamo individual. Así, la soleá de Graná, además de ponerse como tal en el programa, tiene dos referentes claros, con sus ligeros matices, que son ‘El Niño de Jun’, como bien dices, y José Celestino Cobos ‘Cobitos’, que a su vez está basada en la soleá de Triana que hacía Ramón el Portugués.
Pienso que sí se puede hablar de una soleá de Granada, como ya hablamos con derecho de los tangos de Morente o los fandangos de Frasquito.
Un crítico tiene que saber de lo que habla, tener vista y tener visión. No tiene por qué ser un ‘artista’ (¿frustrado?) para poder opinar. En la música se puede barajar esta hipótesis, pero imaginaros en pintura o en literatura. ¿El crítico debería ser pintor o poeta? ¿Debería haberse peleado con los pinceles o las letras?

Uno -

No sé si soy oportuno pero oi a un amigo decir que un crítico siempre tiene que haber hecho o por lo menos intentado hacer una vez de lo que habla. Yo no tuve oportunidad de gran educacion y me habría gustado y ahora intento recuperar eso pero creo que tiene su razón.

arfermal -

El artículo me parece bien, solo el pero sobre lo de la soleá de Graná, ya que dicha soleá no existe, se canta una soleá que hacía el Niño de Jun. Que es una soleá apolá de Triana.

Txemi -

El artículo me parece genial y con esta crítica, desde ya, estoy deseando ver este cuadro y a esta bailaora. Enhorabuena a los artistas y por supuesto a Jorge, por este "despertar" que nos haces de algo tan nuestro a los apenas iniciados en el flamenco. Un abrazo

Rosa Lahoz -

Estoy totalmente de acuerdo con esta critica y sobre todo con el comentario :
Lastima que fuera de nuestras fronteras no puedan ver lo que esta bailaora encierra.
Yo siempre he dicho que Ana Cali es un diamante sin explotar , para mi baile como el de Ana Cali ya no lo pintan hay muy contadas ocasiones en las que se pueda sentir el Flamenco de verdad (el autentico) y viendo bailar a esta bailaora se siente .Granainos despertar teneis a una figura unica .Un saludo con todos mis respetos.

Uno -

Me emociona recordar a Morente y me parece que ha escrito un muy buen artículo tengo que felicitarle.