El sueño de la reina de Saba
En un sueño, según Bertrand Russell en Pesadillas de personas eminentes y otras historias, la reina de Saba fue seducida por Belcebú. Para ello, el demonio tuvo que eliminar de su alma y su cabeza las bondades sin número del rey Salomón.
Belcebú, como ’Príncipe de los demonios’ (Collin de Plancy, Diccionario infernal), tuvo que demostrar a la reina negra que era más poderoso, rico y sabio que el rey de Israel y llevarla a su magnífico reino de ultratumba. Un palacio con toda exquisitez, pero sin retorno posible. Un reino con dos tronos para compartir “hasta que seáis reemplazada por una reina aún más divina: la última reina de Egipto”.
Todo fue una pesadilla, culmina Russell. Pero la gran sabea, de vello en las pantorrillas, según se fijara Salomón cuando frágil se espejaba en el suelo pulido de una de las salas de su palacio, puede que aprendiera a ladear las argucias del diablo, puede que simplemente se dejara aconsejar por los primeros hermosos compases de su corazón.
* Ilustración original de Charles W. Stewart para el libro de Bertrand Russell.
3 comentarios
Rossy -
Muchas veces las palabras
significan mucho más.
No parecen ser mentira
ni parecen ser verdad.
Y se dicen muy de prisa
o se dicen sin pensar.
Van y vienen con la brisa
como el agua del mar.
Las palabras.
El domingo me encadenas
a una copa de champán.
Pero el lunes no te acuerdas
de invitarme a cenar.
¿Qué me importa lo que digas
si no lo quiero escuchar?
si es tu voz la que acaricia
y me hace soñar?
Las palabras.
Las palabras son tan vanas
cuando no se dicen con el corazón.
De la nada
se disparan.
Pero si no tienen alma
aunque brillen como el sol
que se vayan con el último adiós.
¿Quién te quiere?
¿Quién te extraña?
¿Quién te mira como yo?
¿Quién te lleva a casa un día
y otro día y el peor?
¿Quién te llama por teléfono?
¿Quién te canta una canción?
¿Quién te escribe si estás lejos?
¿Quién te habla de amor?
Las palabras.
Un saludo.
volandovengo -
Rossy -