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volandovengo

El proceso de una idea

El proceso de una idea

Aún recuerdo cuando el profesor de lengua del último curso, esforzándose para encontrar frases dificultosas para analizar, nos sorprendió con una cita de El cuarto de atrás, de Carmen Martín Gaite, que yo ya había leído entre mis autores seleccionados de posguerra.

El texto se las veía entre sujetos, complementos y demás significantes, pero también con su significado. “Me quedo callada, qué difícil es contar todo esto sin hablar del prodigio principal, de que ella, después de muerta, sigue volando conmigo de la mano, es un poco espeluznante”.

Las palabras de Martín Gaite, que ahora casi recuerdo (aunque copio exactas del mismo libro), dormían en mi memoria como una concesión fantástica a la novela hiperrealista de aquella época, que, en cierta manera, entroncaba en mi imaginario privado con el realismo mágico de la novela sudamericana que en esos días me estaba desbordando.

Al tiempo, ya en este siglo, con la gran narradora acumulando polvo entre los autores de juventud, escribí un cuento breve, que quise incluir en la compilación En un pozo chico publicado en digital por la editorial TransBooks en 2013.

El relato se titula Lo que nos preocupa, y dice así: “No nos preocupa que el abuelo Francisco, con el tiempo, haya decidido salir todas las tardes en contra de sus hábitos. No nos preocupa que se tome una copa de aguardiente en un café del centro mientras compone poemas como un jovenzuelo. No nos preocupa que una vez por semana, el día del espectador, se asome a la pantalla de un cine tras guardar una cola indecorosa. Lo que nos preocupa es que el abuelo Francisco es abstemio y lleva dos años enterrado”.

Hoy leo, en El Crach-Up, de Francis Scott Fitzgerald, el siguiente texto, publicado en 1940 por su editor, poco después de su desaparición: “De vuelta a la sala de estar, reanudó su paseo; estaba paseando inconscientemente con su padre, el juez, muerto hacía ya treinta años; estaba paseando arriba y abajo por la habitación a su padre muerto”.

2 comentarios

volandovengo -

¡Cómo lo sabes!

Rossy -

Los que se marcharon se quedan