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volandovengo

Desconectado

Cientos, miles de personas, incluyéndome entre ellos, buscan, buscamos, los trabajos discográficos de nuestros héroes musicales que, bajo el calificativo de Unplugged, lanzan sus trabajos más sinceros al mercado. Esto es 'desconectado'. Autores o grupos que graban sus éxitos, normarmente en directo, sin ningún apoyo electrónico. O sea, tan sólo, generalmente, con la desnudez de una guitarra acústica y el sonido elemental de su voz. Así podemos coleccionar estos desconectados que verdaderamente acarician los oídos de sus incondicionales. Grupos como The Rolling Stones, Bob Dylan, Eric Clapton, Björk, Nirvana o Bruce Springsteen, entre muchos, han impresionado sus acústicos.

Por razones muy diferentes, yo me he encontrado desconectado y no es que haya sido un grato concierto. Me explico, hace unas dos semanas, intentando conectar la cámara de fotos para descargarla, el ordenador no la detectaba. Probé otro puerto USB, sin ningún éxito. El escáner, que tiene esta misma conexión, tampoco iba, y el módem igualmente dejó de funcionar. Llevo mi ordenador al técnico y comienza a operar. Es más grave de lo que yo pensaba. Los puertos USB no iban, posiblemente porque en ventilador se atoraba. Cambian el ventilador y el aparato, como una vaca muda, no dice ni 'mu'. Hay que cambiar la placa entera (la placa madre). Una bromita de treinta y tantos euros y, lo que es peor, cerca de dos semanas sin tener acceso a la bolgosfera.

Existe, como dice Hueso, una cierta dependencia. No sólo al blog o a internet, sino a la máquina en sí. Soy un enfermo y me llamo Jorge. Reconozco que sin ordenador me falta algo, soy más vulnerable, padezco ansiedad... Soy adicto a los ordenadores desde que aparecieron los primeros discos duros, de apenas 80 megas, la pantallita verde fosforecente y los ratones eran tan sólo roedores. Me he acostumbrado a usar la computadora como un ciego a su lazarillo, no sólo para escribir, sino también para pensar y para guardar lo pensado. O sea, que mi ordenador se ha convertido en la prolongación de mis apéndices más racionales. Al ordenador le debo, en gran parte, pérdida de visión y, me temo que, la pérdida alarmante de memoria por desuso, según la teora de Darwin). Lamentablemente parte de mis neuronas las guardo en esta 'caja inteligente' (en contra de la 'caja tonta' que es la televisión) y la memoria que puedo almacenar en la RAM la libero de mi cabeza. Es algo así como el móvil. ¿Para qué vamos a recordar tantos teléfonos, incluso los más íntimos, si se guardan en la tarjeta de nuestro teléfono?

Por eso he descuidado las notas con las que bombardeo el correo de algunos amigos. Por eso algunos habéis desayunado en otros foros, obligados a cambiar de menú. Por eso se me han quedado en el tintero al menos diez historias que compartir. Por eso intentaré recuperar algunas ideas en los días siguientes.

Por eso, aquí estoy de nuevo. 

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