Superávit de Habichuelas
VII Festival de Otoño de Granada 2006
El flamenco en Granada siempre ha sido callado. Ha sido una hormiga trabajadora, que brilla, no por su maquillaje, sino por su luz interior. Echemos un vistazo, sin profundizar demasiado, en el panorama flamenco actual y nos daremos cuenta que un puñado de los grandes nombres son hijos de esta ciudad. Uno de esos insignes flamencos, maestro de maestros, es Pepe Habichuela. En realidad, toda la saga Habichuela que, desde hace casi un siglo, se dedican a acariciar las seis cuerdas, con una limpieza especial, con una sensibilidad única. Y no sólo de la guitarra, también del cante, de la percusión o del baile.
Sobre el escenario un racimo de Carmonas, o sea, de Habichuelas, que se disponen a pasárselo bien y hacernos pasar un buen rato presentando el trabajo impecable e intimista de “Habichuela en Rama”, editado en 1997. Nueve personas sobre el escenario: tres guitarras, contando a Pepe Habichuela, dos cantaores, un bailaor y, nos llama la atención, tres percusionistas que se acoplan a la perfección. Es todo ritmo y compás, sin alardes técnicos ni florituras efectistas, sólo maravillosos arpegios y rasgueos con denominación de origen. La parquedad de este tocaor hace parecer a veces fría y falta de ‘quejío’ su entrega.
El encargado de abrir la noche es Josemi Carmona, hijo de nuestro protagonista y miembro del recién desaparecido grupo Ketama. Es una extesión de su padre, tiene el marchamo Habichuela.
Después del calentamiento de Josemi, Pepe Habichuela entra en escena solo e interpreta una granaína que, aunque no pertenezca al disco, quiere que sea su carta de presentación. Parece que la guitarra por sí sola canta. A partir de aquí es más o menos fiel a esta grabación de hace casi una década. Quién lo diría. “Amanecer” es una seguiriya muy rítmica, que se apoya en la percusión para ofrecernos un fraseo más que estimable, y “A mi Manuel” es una soleá de una claridad desbordante, llena de ligados y arpegios. La bella rondeña “Canta la Guitarra” da paso a los cantaores y suenan unos fandangos naturales, también fuera de “Habichuela en Rama”.
Otra vez sin el patriarca, coge las riendas Josemi para abordar la pieza más identificativa de toda la velada. Son los tangos “A Machuca”, que originalmente canta Potito. Tienen éstos un armónico comienzo y alzapúas importantes.
La fiesta particular de Pepe comienza cuando pone la cejilla al 2 y aborda las alegrías “Recordando Esencias”, en las que se acuerda del maestro Sabicas. Baila un David Paniagua sobrado de fuerza y técnica, pero falto de sentimiento. A estos aires gaditanos les siguen las bulerías que dan título al disco, “Habichuela en Rama”, con letras relativas a su familia.
Como fin de fiestas, los Carmona, nos brindan unas generosas bulerías, donde algunos espontáneos dan unas ‘pataíllas’, entre ellos nuestro genial Manolete.
* Foto de Carlos Arbelos
0 comentarios