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volandovengo

Elegancia

Elegancia

Conozco la anécdota por habersela leído al perfumista francés Eugene Rimmel (1820-1887). No recuerdo los detalles, sin embargo. Aconteció, posiblemente, en la corte de Luis XVI de Francia, un rey tan exquisito que concibió la forma de la copa baja de champán haciéndole un molde al seno de su amada. O, puede que fuera, con menos probabilidad, en tiempos de su abuelo Luis XIV, ese monarca excesivo. Pantagruélico en el comer, Príapo en el amor, tonante en gobernar.

Un personaje de la corte. Un marqués o un conde acudió a una fiesta galante, una lujosa llamada real o de alguno de los satélites de la corona. Al llegar este indivíduo, le tendió la mano anillada la anfitriona del convite para que se la besara, comentando llanamente: qué elegante viene usted.

Él caballero, con una leve sombra de indignación, preguntó a su vez: ¿se me nota?

"Sí", respondió fielmente la dama principal, adornando su aseveración con las flores más hermosas de un buen cumplido.

Se dio la vuelta entonces nuestro personaje y marchó a su casa para cambiarse, queriendo decir que la elegancia es discreta, cuanto es tremendamente manifiesta pasa por cursilería, artificio o pastiche.

La elegancia debe ser natural, ni forzada ni extridente. El mejor perfume deja de ser eficaz cuando de él se abusa. La excesiva finura en el trato te hace parecer sospechoso. Saber comer quiere decir comportarse con moderación, ser educado, respetuoso y natural en el uso de los utensilios. Nada más ridículo que utilizar instrumentos sin saber. Nada más patético que alzar el dedo cuando se bebe, mojar sopas con el tenedor, partir el huevo con cuchillo.

6 comentarios

Identidade -

¡Agradezco! Pienso que la naturaleza no tiene eso para hacer mirada como, solamente no creo que su aspecto es engañoso. Quizás esto la diferencia con respecto a la hipocresía social. El engano para la hipocresía social es hecho, mientras que el engano en la naturaleza tiene como objetivo solamente a la supervivencia. En el humano, la hipocresía traveste a si de la supervivencia para justificar el engano. ¿Muy filosófico para hoy?
Grande abrazo.

volandovengo -

Pero esa apariencia, bukanero, es por instinto de supervivencia, es la facultad mimética con la que se han sobrepuesto a otros menos aptos... Yo me refiero al figurantismo social, como muy bien apuntas, a la hipocresía del individuo. (Lo del "roce" me ha gustado).

bukanero -

comparto plenamente la asociación naturaleza>elegancia, o naturalidad>elegancia, pero no lo de que la naturaleza no aparenta.

El camaleón aparenta ser follaje para comer y no ser comido, una orquidea salvaje (hoy he fotografiado una cerca de casa) aparenta ser abejorra para que el abejorro quiera roce y así facilitar la polinización, hay moscas que aparentan ser avispas para hacerse respetar por un aguijón del que carecen...y la lista es interminable. Aparentar ser lo que no se es en la naturaleza es una constante, quizás con un poco menos de hipocresía de la que gastamos los homo sapiens, pero en definitiva... no somos tan diferentes.
Un abrazo y échale papas

osobuco -

esta vez te has columpiado, volandovengo, porque yo me como con cuchillo la tortilla y me limpio en la manga con toda naturalidad.

volandovengo -

Bienvenido, Identidade, la naturaleza (los animales, las plantas, la tierra, el agua, el fuego...) es elegante por sí misma porque no tiene que aparentar. Cuandosomos naturales, simplemente seremos elegantes.

Identidade -

No sé si el natural es siempre elegante, pero reconozco la elegancia de la naturaleza. No escribo bien en español. ¡Me perdona por entrar de forma así poco elegante en su espacio, sin por lo menos un buen día, pero yo tuvo gusto del espacio tan elegante!
¡Suerte!