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volandovengo

Por mi complejo de sacapuntas

Por mi complejo de sacapuntas

Ayer noche, aún lo recuerdo, en la Peña de la Platería, saboreando un delicioso baile por alegrías de Lidia Pousa, se acercó por mi mesa la chica que dispensa las bebidas y le pregunté escorzadamente, pues se dirigía a otros parroquianos: ¿me podrías traer un Rioja?

Me dijo que sí y se me quedó mirando. Yo le dije, por amor al absurdo: pues tráeme una cerveza.

Así que tuve que tomar zumo de cebada en vez de degustar mi vinito correspondiente.

Recordé entonces otra anécdota que me pasó en un local de Almería estando con un amigo.

Después de la comida y el café, nos dispusimos a tomar una copa. Fui el primero en pedir: me pone un Torres 10 (conocido brandy catalán algo denso y oscuro como la melaza). No, dijo el camarero, tenemos Torres 5 (el mismo brandy catalán pero, como su nombre indica, con menos años reservado).

Entonces, por amor al absurdo anterior, dije: pues me pone dos. Y va el barman y me los pone, a bocajarro y sin anestesia. Menos mal que mi amigo, un poco más lento en decidirse, se tomó el segundo.

De la misma manera, pienso que cuando nos acodamos a una barra y me pregunta quien me acompaña qué quiero y le canta al camarero que se acerca: me pone dos cañas, y yo digo, absurdamente: y a mí otras dos, temo que algún día me las ponga.

4 comentarios

Identidade -

Arrancasteme una carcajada!

volandovengo -

Identidade, quiero pensar que lo que te hace falta es el brandy, aunque das a entender que soy yo. Me pones en un compromiso, tan sólo por la difusión de este blog.
Lauzier, es impagable la cara de los sorprendidos, como dices. Algún día te contare...

lauzier -

Jejeje, un amigo dice lo mismo; lo que más me gusta es la cara que, a veces, ponen los camareros. Un abrazo.

Identidade -

Me pones uno, amigo. Que me haces falta!