Un recuerdo
Mi familia es bien corta. La familia directa. lo que se viene en llamar consanguinidad de primer y de segundo grado.
No sólo corta, sino también distante. Por la distancia, la palabra lo dice. También por el espacio (por el espacio eterno) (aunque suele morboso).
Son familiares que a veces se cruzan en tu mente y te dejan una estela de dulzura o ansiedad o las dos cosas.
Ayer, con mi padre, recordamos una anécdota de mi tío Nico. El hermano mayor de mi predecesor. Grande en todos los aspectos. Ancho de hombros y de casi dos metros de envergadura, con un gran bigote, en mis recuerdos infantiles, un gigante bueno.
Resulta que en un tiempo fue picador. En Motril se organizó una corrida en la que él participaba, con tan mala fortuna, que le metió la pica al toro por el ojo. O sea, que desgració al toro y por ende la corrida y parte del festejo local.
No hay que explicar la reacción del público. Lo iban a linchar. Así que el apoderado, de tapadillo, le puso la capa del torero sobre los hombros, como única vestimenta por encima del traje de luces, y le aconsejó que tomara un taxi y que abandonara el pueblo lo más rápidamente posible, que los motrileños cuando se les provoca... (y cuando no, pensaría mi tío).
Así que, antes de decir amén, cogió ese taxi y salió por patas del olor de la plaza.
Pero, resulta, que ese mismo día, por los mismos motivos patronales, el arzobispo visitaba la ciudad costera.
Al ver a mi tío dentro del taxi con la estola roja y el sombrero dorado en la cabeza, los lugareños empezaron a aplaudirlo y a ovacionarlo como si fuese el prelado.
Mi tío Nico, no pudo más que adoptar el papel y sonreír mientras saludaba quedamente al gentío, hasta que el taxi desapareció del pueblo, dejando a sus habitantes, como poco, algo desconcertados.
Al finalizar nuestro recuerdo, mi padre me dijo que no me lo creyera, que el tío Nico, como los viejos flamencos, era muy mentiroso. Para mí, sin embargo, mi tío fue picador y desgració un toro en la plaza de Motril y lo confundieron con el arzobispo.
3 comentarios
volandovengo -
lauzier -
bukanero -
Ya somos dos los crédulos.