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volandovengo

La puta

La puta

Por los avatares del destino, un amigo bieloruso de la ciudad de Minks, se empeñó en publicarme algunos escritos en el periódico donde trabajaba, que creo que, traducido, venía a denominarse "Juventud". Corría el año 92, y le envié sobre todo poemas de un librito, inédito por aquel entonces (aún sigue virgen), intitulado "Entrega urgente de amores inconfesados".

También le hice llegar un puñado, cuatro o cinco, de cuentos breves, que jugaran con el formato de un diario y fueran fáciles de traducir.

(Después, cuando me vinieron en su idioma, realicé la operación inversa: invité a una chica, recién conocida (muy hermosa, por cierto), de Bielorusia, a que me tradujese al español aquellas páginas de periódico. El resultado fue espectacular, pues los versos se parecían más o menos, pero, por lo general, habían ganado en belleza. De todo ello, escribí unas notas, que di en llamar "Palabras de ida y vuelta", que, si siguen insistiendo en mi memoria, puede que pronto vean la luz.)

Uno de los textos rápidos que le propuse, crudamente lo encabezaba el título de "La puta", sin ninguna morbosidad, que, con alguna actualización, reproduzco segidamente:

"Le preguntó, por fin, cuánto le daría por acostarse con ella. Inocentemente, él interrogó, "¿eres una puta?".

No, dijo ella, sólo que me hace falta dinero y no me cogen en ningún sitio.

Yo nunca he conocido a una puta, continuó él emocionado, y, no sé por qué, me hubiera gustado que fueras una de las de verdad.

Ante la impaciencia y, más bien, intuyendo el cabreo de ella por la gratuita charla que la retenía algunos minutos más de los deseados, escapándosele posibles clientes efectivos, él asintió en pagarle una noche de amor en su apartamento.

La noche, en verdad, no fue muy aprovechada (nunca la primera noche es lúcida). Pero sí las continuas tardes y madrugadas que se sucedieron en la misma cama de ese duplex donde se acostaron por primera vez. Una relación casi criminal: duró seis meses y un día.

A los tres años de haberlo dejado, se encontraron cerca de lo que fuera su nidito de amor (ahora era un estudio de pintores y rotulistas jóvenes). Él le preguntó que cómo le iba. Ella dijo que bien, que trabajaba como dependienta en "Cortefiel" y que no salía con nadie. También él estaba solo y la invitó a tomar un café con leche (con dos azucarillos, como siempre). Y allí, en aquel café, se prometieron.

Ahora él trabaja haciendo fotocopias y sale con una chica a la que le lleva trece años y ella hace la calle cerca de El Corte Inglés".

* Traducido al bielorruso, publicado en Minks, el 16 de febrero de 92.

5 comentarios

volandovengo -

Gracias Patón, como ves es cuento antiguo con influencias del "dirty realism" americano (Raymond Carver, Tobias Wolff) que leía por aquel entonces.
Joven Llanos, no es ignorancia, tan sólo por virtud de la brevedad quizá omitiera más de lo necesario. Simplemente venía a decir que: "Ahora (pasado los años y el amor) él (que ya lo han dejado) trabaja haciendo fotocopias (un trabajo cualquiera) y sale con una chica a la que le lleva trece años (ha encontrado otro amor posiblemente extremo y finito como el anterior) y ella hace la calle cerca de El Corte Inglés (ella ha vuelto a su profesión, que quizá no lo fue nunca, pero es su única salida, lo que le da verdadero sentido al título del cuento). Espero que así quede aclarado*.
*Hace tiempo inauguré una forma de narrar: cuentos anotados. Que consistía en dar información, ajena al cuento, en posesión del autor, a pie de página, que podía servir para aclarar o extender esas posibles lagunas que la nimiedad crea. (Después me enteré que Paul Auster practicó algo parecido.)

joven llanos -

reconozco mi ignorancia pero no quiero que por no preguntar no me entere. Me pierdo en el último párrafo, desde que pone que se prometieron, ya no pillo el final ¿serías tan amable de explicármelo?. gracias
saludos volandovengo

Patón -

Amigo Volador, eres la prueba viviente de que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

volandovengo -

Gracias por tus palabras de aliento, eltercero. Me alegra llegar a la gente.

eltercero -

Es una buena historia. La verdad es que en un post cuentas casi una novela. Me gusta.