Peces

Ayer, justo el día en que cené boquerones, se presentó mi hijo con dos pececitos. Se los había dado mi hermano, al desmontar un escaparate del Día de la Cruz, que nadaban tristemente en un pilarillo artificial. Juan los ha llevado esta mañana a la pecera que tienen en su clase. Ellos los limpian, les cambian el agua y les dan de comer.

Uno de los peces es el tradicional naranjita (aunque el niño dice que es amarillo), parecido a un salmonete. El otro es negro, una carpa, parece que se llama (mi ignorancia en seres acuáticos que no se comen es supina) (incluso en los comestibles). La carpa (llamemosle así) tiene los ojos saltones, como Luis Buñuel o como si su antigua morada hubiera contenido ginebra en vez de agua.

Para los orientales, tener una pecera en casa es un signo de bienvenida, de hospitalidad, de buena suerte. Llegan hasta a sacar la pecera a la calle o se la llevan de paseo como quien le da una vuelta al perro. Pero a mí no me dicen nada. Siempre mirando y mascuyando algo que nadie entiende.

Me pone nervioso su silencio y su constante ir y venir que se altera cuando te acercas. ¡Oye, amarillo, pedorro, que no os voy a hacer nada!

Pero no me entiende. Como yo no los entiendo a ellos.

De salvapantallas, un tiempo, tuve una pecera, con tiburones y todo. Eso sí que era simpático. No pedían pan y si les cambiabas el agua, el ordenador hacía agua, como un tres plalos bombardeado bajo la línea de flotación.

5 comentarios

[n0n0 - 09 de mayo de 2008 - 14:58]

ni se te ocurra llevártelos a casa, vas a tener un naranjita un negro y un "marrón".

[El Pinar - 09 de mayo de 2008 - 12:40]

Deberíamos cuidar de los animales y protegerlos y no abandonarlos como juguetes que no nos sirven.
Hago referencia a esto y de paso mencionar -La protectora de Granada- ( Si podéis hacer publicidad de ésta en vuestros blogs, os lo agradecería amigos lectores ).
Disculpa volandovengo por mi intromisión.

Su dirección:
http://protectora.blog.com/
[e-mail]


PD.Tengo cuatro gatas y tres gatos. Gracias por el blog de nono, lo visitaré.

Gracias.

[volandovengo - 08 de mayo de 2008 - 09:56]

La culpa no la tienen los niños, ni siquiera los padres. No se deberían vender ciertos animales (tortugas, por ejemplo). Os remito al blog de nono: http://octubra.blogspot.com/
Tener un animal conlleva una gran responsabilidad. Educarlos para la libertad es un buen ejemplo.

[Jesús Lens - 08 de mayo de 2008 - 08:30]

Mi hermano tuvo una vez dos pequeñas tortugas. No sé dónde terminaron, pero la comida que les daba olía fatal.

Sin embargo, los tiburones sí que me llaman la atención y me fascinan esos acuarios en que te metes en un tubo con cristal de aumento y te sientes rodeado por ellos.

[Con patines - 07 de mayo de 2008 - 17:53]

Nosotras teniamos uno, se llamaba Marocs era una carpa naranja al final de verano ocupó nuestra pequeña piscina de plástico y en pocas semanas se hizo muy,muy grande, ya no cabia en su pecera, asi alcanzó su libertad en el río genil, o su fin en invierno, nunca sberemos que fue de Marcos, pero 2 años despues cuando pasamos por el puente de su liberación, Mariana todavia recuerda cuando soltamos a Marcos.

Bss. Ya sabia algo de lo de Tombuctú, sigo buscando, estaré encantada de hablar contigo.