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volandovengo

Un hombre bueno

Un hombre bueno
Noli me tangere


Inconmensurablemente bueno era aquel hombre. Bondadoso hasta lo impensable. Quizás el hombre más bueno sobre la tierra.

Un verano, cuando las moscas revolotean y se pegan como pequeñas limaduras de hierro a los grandes imanes humanos, se dio cuenta que si espantaba los insectos que impepinablemente se posaban en su cuerpo, podían llegar a molestar a otros compañeros, haciéndolos justamente enfurecer. Así, que estoicamente decidió soportar aquellos puntitos negros alados.

Pasó el tiempo y el hombre reconoció que su pasividad no era suficiente: las golosas hijas del diablo seguían molestando a sus vecinos. De esta forma, aquel hombre bueno (en el sentido machadiano de la palabra), untó miel por todo su cuerpo, para, no sólo soportar a las familiares que ciertamente le correspondían por derecho porculizador, sino también atraer a todas sus golosas congéneres que pululaban por los alrededores, liberando, de este modo, a las personas que le hacían compañía en aquel momento.

Al  tiempo, aquel hombre inconmensurablemente bueno, murió mosqueado, creo.

* Éste es un cuentecito que escribí a principio de los 80.

2 comentarios

volandovengo -

Gila decía que la guerra del Vietnam duró tanto porque los americanos mataban siempre al mismo.

siroco -

jejeje...
Llevo conviviendo con una de ellas desde el verano pasado. Aún no sé cuantas veces la he podido matar y ha resucitado. Pero es, como su nombre indica "cojonera".
Saludos