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volandovengo

Carpaccio

Carpaccio

Quien maneja mi barca, se pidió para cenar carpaccio. El sábado, celebrando que era sábado, salimos a cenar fuera. Comimos lo que quisimos a un precio más que razonable (dejamos propina y todo), en un lugar donde no se fuma (doble satisfacción).

Siempre que pedimos carpaccio (esa preparación con nombre italiano y presencia noruega, que consiste en extender sobre el plato finas láminas de ternera cruda —o salmón o atún o avestruz o gamba o potro—, maceradas con aceite de oliva y algunas gotas de limón, y decorado con virutas de parmigiano Reggiano u algún queso añejo), recuerdo una simpática anécdota.

Me dirigía con mi hermano a Motril. Llegaríamos a la hora de comer (la hora de comer siempre es buena hora). Entre los comentarios obligados, relativos al manyar, comenté que me apetecía un carpaccio. Y lo dejamos estar.

En el merendero, en donde desembocamos, aprovechando que fui al baño, mi hermano decidió darme una sorpresa.

Cuando volví a su lado, no pudo resistir y me confesó: "De primero he pedido gazpacho". "Si el gazpacho me sienta mal", me quejé. "¿No era gazpacho lo que te apetecía?", se extrañó. "No", dije entre risas. "Carpaccio, carpaccio" y le aclaré en qué consistía. (¡Qué locos están estos romanos!, parece que pensó).

A tiempo estuvimos, sin embargo, de anular el pedido y sustituirlo por una ensalada de la tierra.

7 comentarios

volandovengo -

Gracias Luis por tu aportación. Tomaremos buena nota y husmearemos por los escritos de Hemingway en busca de ese famoso chef.

Luis Pereda -

No es que lleve nombre italiano. El carpaccio es un plato italiano conocido internacionalmente como tal.

Llleva el nombre del pintor italiano Victtore Carpaccio y es una preparación en finas láminas de un alimento presentado en crudo o semi crudo y aliñado de múltiples maneras.

Tiene su origen en los años 30, en la húmeda Venecia, en el 'Harry's bar', fundado por el chef Giuseppe Cipriani, que por cierto, acabó convertido en personaje literario en alguna obra de Hemingway.

Que aprovechen.

con patines -

Pues me ha dado un antojo de carpacho, a mi cada vez me gusta mas la carne cruda... me estaré volviendo vieja. Que conste que de niña no la soportaba. Bonita anecdota.

Bss

volandovengo -

Bueno, no es canibalismo, pero se acerca a los sabores más sensitivos y viscerales (¿Sensualidad?). Otros pueblos tienen como exquisitez el pescado crudo. Nosotros también tenemos el jamón, que es crudo, aunque curado. Funciona con la ternera (con otras carnes no se recomienda). Pero, si lo pruebas, puedes engancharte. A veces lleva alcaparras, que potencia su sabor, que es suave, como apunta El Pinar. Después podéis probar la ensalada de carne cruda, carne picada aliñada (que no aniñada), macerada, que es otra delicia (aunque nOnO no creo que se atreva).
Igrs, bienvenido/a a este barco sin rumbo, pero con bastantes puertos y ensenadas. No soy importante, pero las relaciones personales con los flamencos forman parte de mi trabajo.

lgrs -

He llegado a este blog a traves de otro y me puse a comentar porque me he quedado alucinado de que salgas a cenar con Remedios Amaya (que la admiro bastante), bueno no se si eres importante no te conozco, y que se pida Carpaccio, no lo encajaba con ella.
Ah el blog está muy bien.

n0n0 -

Conocía la anécdota jeje, qué cosas teneis.
el gazpacho me gusta potente, y el carpaccio no lo he probado aun, aunque te digo que a priori la carne cruda me da cierto repelús.

El Pinar -

Nunca lo he probado,debe tener un gusto suave.